El Noble Corán

131 113. Dijeron [los discípulos]: “Queremos comer de ella para que nuestros corazones se sosieguen, saber [con certeza] que nos has dicho la verdad y dar testimonio de ella”. 114. Jesús hijo de María rezó: “¡Oh Dios, nuestro señor! Haz que descienda una mesa servida del cielo que sea para nosotros un acontecimiento festivo, tanto para los primeros como para los últimos [de nuestra nación], y un milagro proveniente de Ti. Concédenos Tu favor, pues Tú eres el mejor de los sustentadores”. 115. Respondió Dios: “La haré descender; pero si después alguno de ustedes reniega [de su fe], lo castigaré como no he castigado a nadie en el mundo”. 116. [El Día del Juicio Final] Dios dirá: “¡Oh, Jesús hijo de María! ¿Acaso tú dijiste a la gente: “Adórenme a mí y a mi madre como divinidades junto con Dios?” Dirá [Jesús]: “¡Glorificado seas! No me corresponde decir algo a lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho Tú lo sabrías. Tú conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra la Tuya. Tú eres Quien conoce lo oculto. 117. No les transmití sino lo que Tú me has ordenado: ‘Adoren solo a Dios, mi Señor y el suyo’. Fui testigo de sus acciones mientras estuve con ellos; pero después de que me elevaste, fuiste Tú Quien los vigiló. Tú eres testigo de todas las cosas. 118. Si los castigas, lo haces con derecho, pues son Tus siervos12; pero si los perdonas, Tú eres el Poderoso, el Sabio”. 119. Dios dirá [el Día del Juicio]: “Este es el día en que los sinceros disfrutarán su sinceridad. Tendrán jardines por donde corren ríos, en los que estarán por toda la eternidad. Dios estará complacido de ellos y ellos con Él. Esa será la bienaventuranza. 120. A Dios pertenece el reino de los cielos y de la tierra, y cuanto existe entre ambos. Él tiene poder sobre todas las cosas. 12 Todos los seres humanos somos siervos de Dios. Los creyentes someten espontáneamente su voluntad a la voluntad de Dios, y eso los hace Sus siervos por elección; y los que no creen en Dios o Le asocian ídolos a los que adoran, igualmente están sometidos a la predestinación y el juicio de Dios y, por lo tanto, son Sus siervos, aunque no lo acepten. Capítulo 5 La Mesa Servida • El Corán (traducción comentada)

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