164 ron los milagros de nuestro Señor. ¡Señor nuestro! Danos paciencia y haznos morir musulmanes, sometidos a Ti”. 127. Pero la nobleza del pueblo del Faraón dijo: “¿Dejarás a Moisés y a su pueblo sembrar la corrupción en la Tierra, que te abandonen a ti y a tus dioses?” Dijo [el Faraón]: “Mataremos a sus hijos varones y dejaremos con vida a las mujeres, así los subyugaremos”. 128. Moisés dijo a su pueblo: “Busquen la ayuda de Dios y sean pacientes [ante esta prueba]. La Tierra es de Dios, y la dará en herencia a quien quiera de Sus siervos. El buen fin es para los que tienen temor [de Dios]”. 129. Dijeron [sus seguidores]: “Hemos sufrido antes de ti y también ahora que tú has venido”. Dijo [Moisés]: “Quiera Dios aniquilar a sus enemigos y hacer que ustedes los sucedan en la Tierra, que Él observará cómo obran ustedes”. 130. Entonces azoté a la gente del Faraón con años de sequía y escasez de frutos, para que reflexionaran. 131. Pero cuando les llegó nuevamente una época de prosperidad dijeron: “Esto es lo que merecemos”. Cuando les acontecía un mal le echaban la culpa a Moisés y a sus seguidores [por considerarlos de mal agüero]26; pero cuanto les ocurría era porque Dios así lo decretaba, aunque la mayoría de ellos lo ignoraba. 132. Dijeron: “Cualquiera que sea el milagro que nos presentes para hechizarnos con él, no creeremos en ti”. 133. Envié entonces contra ellos [las plagas de] la inundación, las langostas, los piojos, las ranas y la sangre, como signos claros, pero se llenaron de soberbia y actuaron como criminales. 134. Cuando les llegó el castigo, dijeron: “¡Oh, Moisés! Ruega por nosotros a tu Señor, puesto que ha realizado un pacto contigo. Si logras apartar este castigo creeremos en ti y dejaremos ir contigo a los Hijos de Israel”. 26 El agüero es una práctica de adivinación basada principalmente en la interpretación de señales como el canto o el vuelo de las aves, fenómenos meteorológicos, etc. Esta propensión es causada por temor o ignorancia, atribuyendo un carácter sobrenatural u oculto a determinados acontecimientos. Por eso Dios advirtió que tales sucesos no tienen relación con el destino y la suerte de la persona, sino que es Él quien decide y destina todas las cosas. La creencia en los agüeros anula la perfección del monoteísmo. Capítulo 7 Los Lugares Elevados • El Corán (traducción comentada)
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