El Noble Corán

183 4. excepto aquellos que no quebrantaron los pactos que ustedes celebraron con ellos ni apoyaron a nadie contra ustedes. Respeten el pacto convenido con ellos hasta su plazo acordado. Dios ama a los piadosos [que respetan los acuerdos]. 5. Pero cuando hayan pasado los meses sagrados7, maten a esos idólatras8 dondequiera que los encuentren, captúrenlos, sítienlos y acéchenlos en todo lugar. Pero si se arrepienten [y aceptan el Islam], cumplen con la oración prescrita y pagan el zakat, déjenlos en paz9. Dios es Absolvedor, Misericordioso. 6. Si alguno de los idólatras te pidiera protección, dale asilo para que así recapacite y escuche la Palabra de Dios, luego [si no reflexiona] ayúdalo a alcanzar un lugar seguro. Esto es porque son gente que no sabe. 7. ¿Cómo podrían Dios y SuMensajero tener un pacto con los idólatras [siendo que ellos no dudaron en combatirlos]? Pero si aquellos con quienes ustedes pactaron anteriormente junto a la Mezquita Sagrada [en La Meca] cumplen lo pactado, cúmplanlo ustedes también. Dios ama a los piadosos [que respetan los pactos]. 8. ¿Cómo [podría tenerse un pacto con ellos siendo que] si obtuvieran una victoria sobre ustedes no tendrían compasión ni respeta7 Mujárram, Rayab, Dhul-Qa‘dah y Dhul-Jíyyah, en los cuales es prohibido el combate. 8 Los que persiguieron y mataron a los creyentes debido a su fe, ya que al ser crímenes de lesa humanidad no prescriben ni ingresan dentro de ninguna amnistía. 9 Cada versículo del Corán debe ser leído e interpretado dentro del contexto global del Corán. Este versículo, que habla de una posible conversión al Islam por parte de “aquellos que atribuyen divinidad a otros junto con Dios” con los cuales los creyentes están en guerra, debe, por tanto, ser considerado en conjunción con varios preceptos fundamentales del Corán. Uno de ellos, “no se puede forzar a nadie a creer” (2:256), prohíbe categóricamente cualquier intento de convertir a los no musulmanes por la fuerza, lo que excluye la posibilidad de que los musulmanes exijan o esperen que un enemigo vencido acepte el Islam a cambio de inmunidad. En segundo lugar, el Corán ordena: “Combatan por la causa de Dios a quienes los agredan, pero no se excedan, porque Dios no ama a los agresores” (2:190); y: “Cada vez que su pueblo los incita a combatir contra ustedes se precipitan a agredirlos. A estos, si no dan la palabra de que no combatirán contra ustedes, proponen la paz y contienen la agresión, aprésenlos y ajustícienlos [en el curso del combate] donde quiera que los encuentren. A ellos se les permite combatirlos” (4:91). La guerra es solo permisible en defensa propia, con la condición adicional de que: “Pero si ellos cesan de combatirlos, sepan que Dios es Absolvedor, Misericordioso” (2:192), y: “Pero si ellos cesan de combatir, que no haya más hostilidades” (2:193). Los versículos 4 y 6 aclaran aún más la actitud que deben adoptar los creyentes hacia aquellos no musulmanes que no sean hostiles. Ver también Corán 60:8-9. Capítulo 9 El Arrepentimiento • El Corán (traducción comentada)

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