191 47. Si hubieran salido a combatir, los habrían confundido sembrando la discordia, pues entre ustedes hay quienes prestan oído a lo que dicen, pero Dios conoce bien a los injustos. 48. Ya antes pretendieron sembrar la sedición [cuando arribaste a Medina, ¡oh, Mujámmad!] creando conflictos [entre los creyentes], hasta que la verdad fue revelada y se hizo manifiesta la voluntad de Dios, a pesar de que ellos lo detestaban. 49. Entre los hipócritas hubo quien te dijo: “[¡Oh, Mujámmad!] Permíteme quedarme y nome expongas a la tentación”26. ¿Acaso no cayeron en la tentación [del demonio al negarse a combatir]? El Infierno rodeará a los que se niegan a creer. 50. Si obtienes un éxito se disgustan27, pero si recibes un revés dicen: “Ya habíamos tomado nuestras precauciones”, y se marchan alegres. 51. Diles [¡oh, Mujámmad!]: “Solo nos sucede lo que Dios decretó para nosotros. Él es nuestro Protector, y a Dios se encomiendan los creyentes”. 52. Diles [a los hipócritas]: “Sepan que solo puede sucedernos una de dos cosas buenas28, en cambio a ustedes, o bien Dios les enviará un castigo o hará que nosotros los derrotemos. Aguarden su destino, que nosotros aguardamos el nuestro”. 53. Diles: “[¡Oh, hipócritas!] Lo que donen, de buena voluntad o por compromiso, no les será aceptado, porque son gente perversa”. 54. Sepan que sus donaciones no son aceptadas29 porque no creen en Dios ni en Su Mensajero. Ellos realizan la oración con desgano y hacen donaciones con desgano. 55. Que no te maravillen [¡oh, Mujámmad!] sus bienes materiales ni sus hijos, porque Dios decretó que les sirvan de sufrimiento en esta vida, y que sus almas mueran mientras están hundidos en la incredulidad. 26 Su excusa era que las mujeres del pueblo que tenían que combatir lo podían tentar con su belleza. 27 Porque son envidiosos y desean el mal a las personas. 28 El éxito en el emprendimiento o la recompensa por el intento, y en este último caso, significa morir defendiendo una causa justa, dando testimonio de su fe con su valentía. 29 Por Dios como obras buenas. Capítulo 9 El Arrepentimiento • El Corán (traducción comentada)
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