217 26. no adoren sino a Dios, pues temo que [si siguen adorando a sus ídolos] los azote el castigo un día doloroso [el Día del Juicio]”. 27. Los líderes de los que se negaron a creer de su pueblo, dijeron: “No eres más que un mortal como nosotros, y solo te siguen los pobres y débiles de nuestro pueblo sin ninguna reflexión. No los creemos mejores que nosotros, sino que los consideramos mentirosos”. 28. Dijo [Noé]: “¡Oh, pueblomío! Me he presentado ante ustedes con una prueba evidente de mi Señor, Quien me ha agraciado con Su misericordia9, a la que ustedes se mantienen ciegos. ¿Acaso creen que vamos a imponerles aceptar [el Mensaje] cuando no están de acuerdo? 29. ¡Oh, pueblo mío! No les pido retribución alguna a cambio [de transmitirles el Mensaje]10, pues Dios será Quien me recompensará, y no voy a rechazar a los creyentes [pobres como me piden], porque ellos se encontrarán con su Señor [Quien los recompensará por su fe]; y veo que son ustedes un pueblo que se comporta como los ignorantes11. 30. ¡Oh, pueblo mío! ¿Quién me protegerá de Dios si despreciara [a los pobres y débiles]? ¿Es que no recapacitan? 31. No les digo que poseo los tesoros de Dios ni que conozco lo oculto, ni les digo que soy un ángel; tampoco digo que Dios no recompensará [en la otra vida] a aquellos que ustedes consideran inferiores [los débiles y los pobres], pues Dios bien sabe lo que hay en sus almas, porque si lo dijera sería de los injustos”. 32. Le dijeron: “¡Oh, Noé! No has dejado de discutir y objetarnos, haz que se desencadene de una vez sobre nosotros aquello con lo que nos amenazas, si es verdad lo que dices”. 9 La profecía y el Mensaje. 10 Una señal de la veracidad de los Mensajeros, que puede verse al leer sus biografías, es que ellos eran ascetas respecto a los lujos transitorios de este mundo. Jamás solicitaron recompensa alguna a las personas por guiarlas al camino recto. Hicieron el bien sin esperar premio ni agradecimiento de la gente. 11 El Corán en este versículo condena la discriminación de las clases bajas, los pobres y los marginados sociales, así como condena que la religión se vuelva un asunto manejado por una élite que solo conforman los poderosos y adinerados. Capítulo 11 Hud • El Corán (traducción comentada)
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