El Noble Corán

243 25. Pero en cambio, quienes quebrantan el compromiso que asumieron con Dios, rompen los lazos familiares que Dios ordenó respetar y siembran la corrupción en la Tierra, serán maldecidos y merecerán la peor de las moradas8. 26. Dios concede sustento abundante a quien quiere y se lo restringe a quien quiere. [Algunos] se regocijan con la vida mundanal, pero ¿qué es la vida mundanal comparada con la otra, sino un goce ilusorio? 27. Dicen los que se niegan a creer: “¿Por qué no se le concede un milagro de su Señor [que así creeremos]?” Diles [¡oh, Mujámmad!]: “Dios extravía a quien quiere, y guía hacia Él a quien se arrepiente”. 28. Los corazones de los creyentes se sosiegan con el recuerdo de Dios. ¿Acaso no es con el recuerdo de Dios que se sosiegan los corazones? 29. Quienes creen y obran rectamente serán los bienaventurados, tendrán un destino hermoso. 30. Te he enviado a una comunidad que fue precedida por otras, para que les recites lo que te he revelado, pero ellos no creyeron en el Compasivo9. Diles: “Él es mi Señor, no hay otra divinidad salvo Dios, a Él me encomiendo y confío, y a Él he de retornar”. 31. Si existiera un libro revelado que pudiera mover las montañas, abrir la tierra o hacer hablar a los muertos, ése sería el Corán. Pero todos los asuntos dependen del decreto de Dios. ¿Acaso no saben los creyentes que si Dios quisiera guiaría a todas las personas? Los que se niegan a creer seguirán padeciendo calamidades que azotarán a su territorio y a sus alrededores por 8 El Fuego del Infierno. 9 Este versículo fue revelado cuando los idólatras de Quraish negaron por soberbia el nombre “El Compasivo”, entonces Dios descendió el siguiente versículo: “Diles: “Ya sea que Lo invoquen diciendo: ¡Oh, Dios!, ¡oh, Compasivo!, o cualquier otro nombre con el que Le invoquen, Él los oirá. Sepan que Él posee los nombres [y atributos] más sublimes.” (17:110). “El Compasivo” es uno de los nombres de Dios, y a su vez un atributo que describe su divinidad y perfección. En consecuencia, los idólatras no solo negaron la existencia de tal nombre, sino que también negaron su implicancia, es decir, el atributo divino que implica tal nombre. Quienes niegan que los nombres de Dios impliquen atributos de su Ser, caen en el mismo error que esos idólatras. Capítulo 13 El Trueno • El Corán (traducción comentada)

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ1