Vol I No. El Boletín Islámico Pag 8 Como resultado, Alá expulsó a Satán del Jardín de la Bienaventuranza y le privó de todos los favores Divinos. Satán pidió a Alá que le permitiera existir hasta el Día del Juicio. "Traería bajo mi dominio a la mayoría de los descendientes de Adán. Los desviaría del Camino Correcto". Alá le dio un respiro. La conversación entre Dios e Iblis ha sido narrada en el Sagrado Corán de la siguiente manera: "Iblis dijo: Dame un respiro hasta el Día de la Resurrección.Alá dijo: Sé tú de los que reciben un respiro. Dijo: Les acecharé en Tu camino recto. Entonces les asaltaré por delante y por detrás, por su derecha y por su izquierda, y no encontrarás a la mayoría de ellos agradecidos." (Corán 7:14-18) El demonio es, de hecho, un espíritu maligno que tienta al hombre a entregarse a los pecados. Invita al corazón a cometer malas acciones y a desobedecer a Alá. Intenta debilitar nuestrosentido de la moralidad, pero si somos espiritualmente demasiado fuertes para ceder a sus tentaciones, nos volvemos inmunes a todos los pecados. Aquellos que siguen los Mandamientos de Alá, invitan a la gracia de Dios para que los proteja. Por otro lado, aquellos que deliberadamente siguen el camino equivocado, son responsables porque se ponen en manos del Espíritu Maligno. Hawwa (Eva) Creada: Para eliminar la soledad de Adán, se creó una compañera llamada Hawwa (Eva). Al Profeta Adán (A.S.) y a su esposaHawwa se les dio un lugar en el Jardín (de la Bienaventuranza) para residir. El Sagrado Corán afirma: "¡Y oh Adán! Mora tú y tu mujer en el Jardín (de la Bienaventuranza) y coman de él donde quieran; no se acerquen a este árbol, no sea que sean de los malhechores." (Corán 7:20) Juicio del Profeta Adán: El Profeta Adán (A.S.) y su esposa Eva continuaron disfrutando de la compañía mutua y evitando cuidadosamente ese árbol prohibido. Iblis se puso muy celoso cuando vio los favores de Alá sobre el Profeta Adán (A.S.) y comenzó a idear formas y medios para humillarlos. Siguió haciéndole sugerencias malvadas a la pareja de manera furtiva. Intentó persuadirles para que se acercaran al árbol prohibido. Un día, Iblis les dijo con compasión: "Su Señor sólo les ha prohibido este árbol para que no se conviertan en ángeles o inmortales, y les juró diciendo: Ciertamente, soy para ustedes un consejero sincero. Así que los engañó con engaños". (Corán 7:22) Al enterarse de esto, tanto el Profeta Adán (A.S.) como Eva, sintieron curiosidad. Empezaron a preguntarse por qué Alá no quería que se acercaran a ese árbol en concreto. Esta tentación se hizo gradualmente más fuerte, pero Alá los guió correctamente y les advirtió que no se dejaran llevar por las malvadas sugerencias de Iblis. El Sagrado Corán dice: "Entonces dijimos: ¡Oh Adán! En verdad, este Iblis es enemigo tuyo y de tu esposa, así que no permitas que los saque a ambos del Jardín para que se hundan en la miseria." (Corán 20:117) El Profeta Adán (A.S.) y su esposa vivían felices en el Jardín de la Bienaventuranza. Fueron dotados del conocimiento para discriminar entre el bien y el mal. También fueron advertidos del poder del mal. Al principio superaron todo tipo de tentaciones malignas y se esforzaron por evitar la influencia de Satanás. Pero éste hizo numerosos intentos de extraviarlos una y otra vez. Finalmente, Satanás tuvo éxito en su misión e hizo que se acercaran a ese árbol en concreto. Al instante, aparecieron las malas consecuencias. El Sagrado Corán dice: "Cuando ambos probaron del árbol, sus partes íntimas se manifestaron el uno al otro y ambos comenzaron a cubrirse con las hojas de los árboles (del jardín), y su Señor los llamó diciendo: ¿No les prohibí a ambos que se acercaran a ese árbol y les dije que Satanás era su enemigo declarado? Dijeron: ¡Señor nuestro! Nos hemos equivocado. Si no nos perdonas y no nos concedes Tu misericordia, seremos de losperdedores". (Corán 7:23-24) El Profeta Adán (A.S.) y Hawwa sienten la penitencia: El Profeta Adán (A.S.) y Eva siguieron las Iblis y fueron privados de la dicha celestial. Ellos fueron, sin embargo, rebosaban de dolor. Pidieron a Alá que los perdonara. Alá, el Más Misericordioso, aceptó su arrepentimiento y los eligió para Su misericordia. Al mismo tiempo, los expulsó del Jardín de la Bienaventuranza. Se convirtieron en gente corriente. Tuvieron que vivir como nosotros sólo durante un cierto tiempo en esta tierra. Volverían a ser creados para ser juzgados por sus acciones en el Día del Juicio Final. Alá da Direcciones:
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