Edición número 4

El Boletín Islámico Asunto 4 Pag 8 SAMBOOSA AL-MOTHILTHA (Triangulo) (Para 10 - 12 personas) Ingredientes para la masa: - 5 tazas de harina - 1 Cucharada de Gee o aceite de maiz - Agua tibia - Pizca de sal Ingredientes para el relleno: - 2 1/2 libras de carne picada - 1/2 manojo de perejil finamente picado - 4 huevos duros - 1/2 cucharadita de pimienta negra molida - 1/2 cucharadita de comino molido - 1/2 cucharadita de sal - 2 cebollas finamente picadas Preparación: 1. Poner la harina en un bol grande, hacer un pozo, añadir el aceite y remover bien. 2. Añadir el agua poco a poco y mezclar hasta obtener una masa suave. 3. Cortar la masa en trozos del tamaño de una mano y estirar la masa sobre el dorso de las manos. 4. Colocar las piezas estiradas en una bandeja aceitada, cubrir con un paño húmedo y dejar reposar durante al menos una hora. Relleno: 1. Sofreír la carne, las cebollas, sal y pimienta. 2. Retirar del fuego. 3. Cuando se enfríe, añadir el perejil y los huevos duros picados. Cocinar: 1. Prepara la superficie de trabajo para la masa cubriendo una mesa con un paño blanco grande. 2. Tomando un trozo de masa cada vez, páselo por harina, extiéndalo con un rodillo y, a continuación, estírelo sobre el dorso de las manos. Repita con cada trozo de masa, terminando con tiras finas de masa. 3. Colocar cada tira de masa (por separado) sobre la mesa cubierta y estirarla para que la masa quede fina. 4. Empezando por la primera tiras, recortar los bordes irregulares y, a continuación, cortar en tiras. 5. Colocar una cucharada de mezcla de carne en la esquina superior de la tira. 6. Formar triángulos y colocarlos en una bandeja enharinada. 7. Al terminar, calentar el aceite y freír la samboosa. ¡¡¡Servir caliente y a disfrutar!!! LA HISTORIA DE HADRAT HAGAR (R.A.A.) Hadrat Agar fue la esposa del Profeta Abraham y la madre del Profeta Ismael (la paz y las bendiciones de Dios sean con ellos). Cuando Ismael era un bebé, Dios ordenó al Profeta Abraham que llevara a su hijo a la Tierra Santa de la Ka'bah en La Meca y lo dejara allí para que, cuando creciera, difundiera la Palabra de Dios en esa parte del mundo. En consecuencia, Abraham también a su esposa Agar con su bebé y los dejó en La Meca con un cubo de agua y algunos dátiles. Agar le siguió y le dijo: "¡Oh Abraham! ¿Adónde vas dejándonos en este valle desnudo y sin vida? Lo repitió varias veces, pero él no dijo nada. Entonces ella le preguntó: "¿Te lo ha ordenado Dios? Entonces ella dijo que si era así, Dios no los destruiría y volvió con su bebé. Cuando Ibrahim (A.S.) se fue detrás de la ladera de la montaña donde no podía ver a su esposa y a su hijo, se volvió hacia aquel lugar (Ka'bah) donde iba a ser construida más tarde y rezó a Dios con estas palabras, "¡Oh Señor nuestro! He hecho habitar a algunos de mis vástagos en un valle sin cultivar junto a Tu Sagrada Casa: Para que, oh Señor nuestro, puedan establecer oraciones regulares. Llena, pues, los corazones de algunos de entre los hombres de amor hacia ellos y aliméntalos con frutos, para que den gracias." (Corán 14:37) Agar amamantó a su hijo y bebió agua durante algunos días hasta que el cubo se vació, entonces ella y su bebé sufrieron sed. Vio que su hijo lloraba de sed y no pudo ayudarlo. Así que lo dejó allí y se dirigió hacia el valle en busca de ayuda, pero no pudo encontrar a nadie. Agar viajó entre las montañas de Safa y Marwa, unas veces corriendo, sobre todo en los terrenos bajos donde no podía ver a su hijo, y otras caminando, siete veces. Pero seguía sin encontrar a nadie. Cuando lo hacía por séptima vez y subía por el monte Marwa, oyó una voz. Se dijo a sí misma: "Calla", y escuchó atentamente. Volvió a oír una voz y dijo: "¡Oh, hombre! Me has hecho oír tu voz. ¿Tienes algo para ayudarnos?". De repente, volvió hacia su bebé y, para su asombro, vio que salía agua bajo el pie de su hijo. Así, Agar empezó a beber agua y a amamantar a su bebé. El ángel le dijo: "No temas a la muerte. Esta es la casa de Dios que construirán este niño y su padre. Y Dios no destruirá al pueblo de esta Casa". Agar fue un verdadero ejemplo de mujer que tenía una gran fe en Dios. Aunque la dejaron con su bebé, Ismael, sola en el desierto sin comida ni agua, fue capaz de mantenerse firme. Agar no tenía ninguna duda de que, puesto que la dejaban en el desierto por amor a Dios, Dios cuidaría de ella y de su hijo Ismael. Y es a partir del sacrificio de Agar de correr de un lado a otro en busca de agua para su hijo, que los musulmanes hacen el Sa'ee (correr entre Safa y Marwa), cuando realizan la Umra y el Hayy.

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