Boletines informativos Edición número 9

El Boletín Islámico Numero 9 Pag 6 La prohibición de comer lo que está muerto y su sabiduría Lo primero que se menciona en los versículos relativos a los alimentos prohibidos es la carne de "animales muertos", es decir, la bestia o ave que muere por causas naturales, sin haber sido sacrificada o cazada por el hombre. Hay razones obvias para esta prohibición: a) Comer la carne de un animal muerto repugna al gusto civilizado y las personas pensantes de todas las sociedades lo consideran contrario a la dignidad humana. También observamos que todos los pueblos que poseen una escritura divinamente revelada lo han prohibido y que no comen la carne de un animal a menos que sea sacrificado. Sin embargo, los métodos de sacrificio pueden variar. b) En todo lo que hace, el musulmán actúa con un propósito y una intención determinados; no utiliza una cosa ni recoge sus beneficios sin dirigir hacia ella su intención, su objetivo y su esfuerzo. El significado del sacrificio, que es quitarle la vida al animal para usarlo como alimento, es sacar al animal sacrificado de la categoría de "animales muertos." Allah Subhanahu wa Ta'ala no desea que el hombre coma de lo que no tenía intención o pensamiento de comer, como es el caso del animal muerto; por el contrario, sacrificar un animal o cazarlo como animal de caza requieren ambos una intención seguida de un esfuerzo y una acción posterior. c) Si el animal murió de muerte natural, es muy probable que muriera de alguna enfermedad aguda o crónica, por comer una planta venenosa u otras causas similares; por lo tanto, comer su carne probablemente sería perjudicial. Lo mismo ocurre cuando la causa de la muerte es la vejez o el hambre. d) Al prohibir la carne de un animal muerto a los seres humanos, Alá, en Su Misericordia, proporciona una fuente de alimento a los animales y las aves, que, en palabras del Corán, constituyen una ummah (nación) como ellos. La verdad de esto queda demostrada por el hecho de que los cadáveres de animales que yacen al aire libre son devorados por aves y animales. e) Esta prohibición anima al propietario a protegerlo de la enfermedad y la desnutrición para que no muera y se desperdicie. Por consiguiente, en caso de enfermedad, se apresurará a buscar una cura para ella o se apresurará a sacrificar al animal. Y sed constantes en la oración y regulares en la caridad: Y cualquier bien que enviéis para vuestras almas delante de vosotros, lo encontraréis con Alá: Pues Alá ve bien todo lo que hacéis. (Corán 2:110) El salat, que suele traducirse al español como "oración", es uno de los cinco pilares del Islam. Los otros cuatro pilares son la declaración de fe (Shahadah), la caridad (Zakat), el ayuno (Sawm) y la peregrinación a La Meca (Hayy). El Salat debe realizarse cinco veces al día: al amanecer (Fajr), al mediodía (Zuhr), a media tarde (Asr), al atardecer (Maghrib) y al anochecer (Isha). Estos periodos también se corresponden convenientemente con las actividades rutinarias diarias del hombre: levantarse, descanso al mediodía, después del trabajo, cena y sueño. Uno podría preguntarse, ¿por qué se han descrito las oraciones para los musulmanes cinco veces al día? ¿No sería suficiente una o dos veces, o cuando a uno le apetezca? Para responder a estas preguntas, hay que señalar en primer lugar que las oraciones islámicas (salat son algo diferentes de la "oración" tal como se utiliza en sentido cristiano, aunque la súplica personal y la glorificación de Dios (conocidas como du'a) son también una parte muy importante del culto del musulmán, además de la salat. En realidad, la palabra "adoración" transmite el significado de salat con mucha más precisión que "oración". Teniendo todo esto en cuenta, ahora podemos proceder a responder a la pregunta anterior de "¿por qué?". El Salat es un acto de adoración multidimensional. Realizarlo con regularidad sirve al musulmán como recordatorio repetido durante el día y la noche de su relación con su Creador y de su lugar en el esquema total de la realidad. Su observancia regular es un proceso vital de centrado que ayuda a mantener a uno correctamente orientado hacia la verdad y la realidad de su papel en la vida como siervo de Alá (Dios) en medio de las constantes distracciones de la mente y el alma que encontramos en el mundo material (dunya). El recuerdo de Alá y su glorificación durante un breve y concentrado período de oración en medio de las actividades diarias mantiene esta perspectiva siempre clara e intacta. Es cierto que durante el día tienes una prolongada ocupación con los deberes ordinarios: Pero recuerda el nombre de tu Señor y dedícate a Él de todo corazón. (Corán 73:8-9) Así, la fe se convierte en una fuerza eficaz en su vida, y se aleja de la avaricia y de las acciones malas o injustas. A tal efecto, Dios ordena: Rezad con regularidad, pues la oración impide las malas acciones y el recuerdo de Alá es, sin duda, lo más grande de la vida. Alá conoce lo que hacéis. (Corán 29:45) Todo el mundo tiene que volverse hacia Dios y someter su voluntad a Él con sinceridad, lo que le impide cometer actos viles o malos. Si la oración no incluye este concepto, es rechazada. El salat es esencialmente una forma de adoración ritual a Dios que consiste en recitaciones del Sagrado Corán. Hay que tener siempre presente que Dios no necesita la oración del hombre, porque está libre de toda necesidad. A Él sólo le interesa nuestra prosperidad y bienestar en todos los sentidos. Algunos de los beneficios de la oración son que fortalece la creencia en la Existencia de Dios y transmite esta creencia a lo más recóndito del corazón del hombre, purifica el corazón y desarrolla la mente, cultiva la conciencia y reconforta el alma, y también fomenta los elementos buenos y decentes en el hombre, suprime las inclinaciones malas e indecentes. El salat comienza siempre con la llamada a la oración (adhan). El poder del adhan sobre quien lo escucha es indescriptiblemente conmovedor. La experiencia personal de Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna, sugiere tan sólo un indicio del alcance de su poder y efecto espirituales. Se ha informado de que, cuando estaba en la Luna, oyó un sonido extraño que no podía situar dentro de su vasta formación y experiencia científicas. Algunos años más tarde, mientras paseaba por las calles de una ciudad de El Cairo, volvió a oír el mismo sonido. Preocupado, preguntó qué era aquel LEYES DE DIETA DEL ISLAM ORACION (SALAT)

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