El Boletín Islámico Numero 11 Pag 6 Según el Islam, si una bebida en exceso causa embriaguez, entonces cualquier pequeña cantidad de esta bebida está prohibida, porque todos los alcohólicos empiezan con pequeñas cantidades, luego se convierten en esclavos del alcohol. A continuación se estudian en detalle algunos de los conceptos erróneos sobre los poderes curativos del alcohol y los numerosos problemas asociados a su consumo. ALCOHOL Y SALUD GENERAL Las bebidas alcohólicas, prohibidas por el Islam, tienen un efecto destructivo sobre el sistema nervioso a través del efecto tóxico directo. Además, el alcohol puede conducir al alcoholismo con sus problemas psicológicos y mentales, como convulsiones y alucinaciones. Además, el alcohol provoca malnutrición causada por inflamaciones en el sistema digestivo, vómitos repetidos, pérdida de apetito y mala absorción en el sistema digestivo. El alcohólico se vuelve descuidado, egoísta, fácilmente irritable y desconfiado. Puede sufrir paranoia. El alcohólico puede acabar siendo odiado por su mujer y sus hijos. Sufre melancolía. Puede acabar suicidándose porque no tiene ninguna razón para vivir. El alcohólico puede sufrir alucinaciones: puede creer que ve fantasmas irreales o que oye voces irreales o que huele olores irreales. El alcohol provoca la descomposición de las células del cerebro y del córtex. Esto puede causar psicosis alcohólica y pérdida de memoria. En esta fase, el alcohólico pierde la capacidad de distinguir lo concreto de lo abstracto y lo real de lo irreal. Ni siquiera puede saber el día o el lugar. El alcohólico pierde la capacidad de calcular, sumar o restar los números más sencillos. El alcohólico no puede recordar los incidentes más recientes de su vida. El alcohólico puede llegar a ser incapaz de ponerse de pie sin perder el equilibrio. Cuando camina, se tambalea. Cuando habla, balbucea. En la actualidad, los científicos y los gobiernos hacen todo lo posible por resolver el problema de la embriaguez y las bebidas alcohólicas, pero en vano. En cambio, el Islam resolvió este problema mediante un solo versículo del Sagrado Corán, donde se prohibieron las bebidas alcohólicas hace catorce siglos. Una vez que crees en Alá, aceptas y te sometes a Sus órdenes y todos tus problemas quedan resueltos. El Islam prohibió todo tipo de bebidas alcohólicas hace 1400 años. El Islam no esperó a que la investigación científica demostrara los efectos destructivos del alcohol en el cuerpo y la mente humanos. En el Islam, el principio es simple, claro y lógico: más vale prevenir que curar. En otras civilizaciones, se permiten las bebidas alcohólicas y luego surgen los problemas. Es entonces cuando médicos, psicólogos y sociólogos empiezan a intentar resolver los problemas causados por el alcohol. El Islam no sólo prohíbe beber bebidas alcohólicas, sino también fabricarlas. El Islam también prohíbe llevar, vender o comprar este tipo de bebidas. Según el Islam, si algo está prohibido, todos los medios para conseguirlo también lo están. Además, según el Islam, no sirve de nada prohibir algo y permitir al mismo tiempo los medios que conducen a ello. Si las bebidas alcohólicas están prohibidas, todos los medios para llegar a ellas están prohibidos; el Islam prohíbe la fabricación, el transporte, la importación, la exportación, la compra y la venta de tales bebidas. En el Islam, el alcohol no está permitido y no se da la oportunidad de que surjan problemas. ALCOHOL Y EL ESTOMAGO Se creía que las bebidas alcohólicas funcionaban como aperitivos, pero esto va en contra de los hechos. Las bebidas alcohólicas funcionan como aperitivos sólo durante la primera semana o el primer mes, pero pronto el estómago y otras partes del aparato digestivo se inflaman. Empiezan a aparecer infecciones y úlceras; comienzan los vómitos; se pierde todo el apetito. El gastroscopio muestra que cualquier pequeña cantidad de alcohol provoca una inflamación en la membrana interna del estómago. Algunas personas creen que un poco de alcohol no hace daño, pero esto no es científicamente cierto. Además, como sabemos, todos los alcohólicos empezaron con pequeñas cantidades, luego encontraron los propios casos crónicos de alcoholismo. Una persona que bebe ocasionalmente puede convertirse en alcohólica bajo la presión de cualquier choque psicológico o problema emocional o crisis social. Esto nos muestra la sabiduría de Alá; en el Islam todas las bebidas alcohólicas están prohibidas por pequeña que sea la cantidad. El alcohol, si se bebe repetidamente, provoca inflamaciones estomacales y la muerte de las células del estómago. Como resultado, los ácidos estomacales disminuyen y se produce una mala digestión. Además, muchos microbios pasan sin ser destruidos por el ácido, que es destruido por el propio alcohol. La disminución del ácido estomacal conlleva una disminución de la vitamina B 12 y provoca una anemia grave. Esta inflamación crónica del estómago se acompaña de palidez, pulso acelerado e insuficiencia cardíaca. Además, esta inflamación del estómago puede desarrollar una probable úlcera, y luego un probable cáncer de estómago. Todos estos problemas son causados por el alcohol. ALCOHOL Y FALSA GUERRA También se creía que las bebidas alcohólicas provocaban calor en el cuerpo humano. Pero los hechos demuestran que se trata sólo de un falso calor causado por el ensanchamiento de los vasos sanguíneos externos. Pero si el borracho se expone al frío, pierde todo su calor y energía y puede morir de frío pensando que está disfrutando de calor. EL ALCOHOL Y EL CEREBRO El alcohol golpea el cerebro sin piedad. En primer lugar, el alcohol tiene un efecto anestésico destructivo directo sobre el cerebro. En segundo lugar, el cerebro resulta dañado por la falta de sangre que le llega debido al endurecimiento de los vasos sanguíneos y a la insuficiencia cardíaca. En tercer lugar, el cerebro sufre la anemia que acompaña al alcoholismo. Si el cerebro está dañado, empiezan a surgir todos los problemas, uno tras otro. El alcohol tiene un efecto tremendo sobre el cerebro, el córtex y el sistema nervioso en general. Las células del córtex son las encargadas de controlar músculos y sistemas del cuerpo humano. Si un conductor está borracho, no puede controlar su velocidad ni reaccionar en caso de emergencia ni evitar accidentes. Cuando un hombre está borracho, no puede observar, juzgar ni reaccionar bien. Una persona ebria pierde gran parte de su eficacia mental y física, por pequeña que sea la cantidad de alcohol ingerida. Aunque una persona esté acostumbrada al alcohol, sus capacidades disminuyen cuando lo bebe. Una persona que ha bebido alcohol pierde algunas de sus capacidades y sentidos: no puede ver, saborear ni oler como una persona normal. También pierde la capacidad de comprensión y el equilibrio muscular. Las investigaciones han demostrado que el 50% de los casos de muerte en algunos países están causados directa o indirectamente por las bebidas alcohólicas. Las bebidas alcohólicas tienen muy mala influencia sobre el órgano más valioso del cuerpo humano, es decir, el cerebro. Además, el alcohol aumenta la secreción de ácidos estomacales, que más tarde provocarán inflamación y úlcera de estómago. Si una persona ya tiene una úlcera en el estómago, un vaso de vino es suficiente para provocar una hemorragia estomacal o un agujero en ese pobre órgano. EL ALCOHOL Y EL IMPULSO SEXUAL El consumo continuado de bebidas alcohólicas acaba con la impotencia sexual. Esto nos muestra la sabiduría de prohibir el alcohol en el Islam. Además, algunos alcoholes nocivos pueden causar ceguera total e insuficiencia cardíaca debido a su grave toxicidad. EL ALCOHOL CONDUCE A MÁS ALCOHOL El peligro de las bebidas alcohólicas, prohibidas por el Islam, es que el alcohol conduce a más alcohol. Los hijos de un alcohólico tienden a ser alcohólicos también. En otras palabras, el alcohol puede empujar fácilmente a su bebedor a la catástrofe del alcoholismo, que es un golpe fatal tanto para la mente como para el cuerpo. En la actualidad, los países que permiten el alcohol lo sufren y el número de alcohólicos aumenta rápidamente. En EE.UU., por ejemplo, el número de alcohólicos ha aumentado de 4.000.000 en los años 60s a 10.000.000 en los 70s. LA BOCA DEL ALCOHÓLICO El alcohólico puede desarrollar algunas infecciones en la boca, que son muy dolorosas. Además, algunos microbios pueden atacar la garganta del alcohólico y causarle una grave infección. Esta infección de garganta dificulta enormemente la deglución y la respiración del alcohólico.
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