Boletines informativos Edición número 12

El Boletín Islámico Numero 12 Pag 2 La prohibición de la comida y del sexo constituye una amenaza para la vida, la primera para la vida individual y la segunda para la vida del grupo. La abstinencia deliberada de comida y sexo agita la conciencia de la muerte inminente, tanto para el individuo como para el grupo, y proporciona una amplia oportunidad para movilizar la conciencia y lanzarla al combate, en defensa de la vida. El Islam ha prescrito la abstinencia total de comida y sexo desde el amanecer hasta la puesta del sol precisamente por esa razón. La amenaza a la vida individual y colectiva debe ser resistida, y el musulmán debe ser enseñado y entrenado en el arte de la resistencia. Paciencia, tolerancia, perseverancia, firmeza en el sufrimiento y la privación: éstas son las cualidades que el Islam trata de cultivar a través del ayuno. Por el contrario, los ámbitos de la comida y el sexo se consideran dos de los puntos más débiles de la humanidad en lo que respecta a la moralidad y la rectitud. El musulmán los ve como vías para que el vicio y la inmortalidad se abran paso en el mundo. La finalidad del ayuno islámico es aprender a bloquear esas vías de uso inmoral, fortalecer al individuo contra la tentación y hacer inexpugnable su casa moral. De ahí que el Islam considere el ayuno como el mejor ejercicio en el arte del autodominio. Para que el ejercicio sea más eficaz, el Islam prescribe que el ayuno se rompa rápidamente al atardecer, incluso antes de realizar el salat de la puesta del sol. De este modo, el Islam considera cada día del Ramadán como un nuevo ejercicio o prueba que, si se lleva a cabo con éxito hasta la puesta del sol, puede terminar con una celebración, comida y alegría, de modo que la abstinencia y la indulgencia de cada día y cada noche se considera más contundente y eficaz. El segundo propósito del ayuno es la conmiseración con los hambrientos y desposeídos de la tierra. La privación es, sin duda, la mayor y constante aflicción de la humanidad. No hay maestro más elocuente y eficaz que la experiencia. Emprender el ayuno del Ramadán es recordar y compadecerse de los desposeídos de todo el mundo. Para agudizar la lección, el Islam recomienda a quienes puedan permitírselo el acto voluntario de alimentar a un prójimo, especialmente a un pobre, todos los días del Ramadán, para subrayar aún más que el Ramadán es el mes de la caridad, del altruismo, del amor al prójimo y de la bondad. También prescribe, como expiación personal, la alimentación de sesenta personas por cada día de Ramadán en el que se rompa el ayuno deliberadamente desafiando a Dios, y la alimentación de dos personas (además de recuperar el ayuno en otros días) si el ayuno se rompe por razones legítimas. Por último, debe entregarse el zakat al Fitr (caridad de fin de ayuno). Se prescribe que su importe sea el equivalente a dos comidas por cada miembro de la familia. Esta medida tiene por objeto hacer llegar las alegrías del festín también a los pobres y hambrientos. Esta filosofía del ayuno ilustra el humanismo del Islam y su afirmación de este mundo. El ayuno, arte de negación del mundo por excelencia, practicado por los ascetas de todas las religiones, se transforma aquí en un instrumento de afirmación del mundo. En lugar de ser una herramienta de autonegación para los ascetas, el ayuno en el Islam se ha convertido en una herramienta de autodominio para una mejor conducta de la vida humana. La búsqueda de esta vida y de este mundo se ennoblece así y se acerca a la rectitud a través de la caridad y la obediencia a Dios. ¡¡Ramadan Mubarak!! ¡¡Feliz Ramadán!! - de todos nosotros en el Boletín Islámico y el Centro Islámico Estimado editor, Assalamu Aleikum Recibí el Boletín que me enviaron hace poco y lo leí detenidamente. Me siento realmente inspirado por muchos de los artículos que contiene. Me conmovió especialmente el Hadiz que hace referencia al arrepentimiento. Me ha alegrado mucho el corazón. También me interesó el artículo sobre Maryam Jameelah y la lucha que tuvo que soportar por parte de su familia. Sin embargo, la historia que me afectó tan intensamente fue la del hermano que era traficante de drogas y murió al día siguiente de aceptar el Islam. Me afectó tanto esta historia que me hizo llorar. Realmente me hizo reflexionar sobre mi propia vida en pos de las cosas mundanas. Esta es una de las cosas sobre las que reflexiono y por las que doy gracias a Alá en el próximo bendito mes de Ramadán. Mis padres no saben que estoy en la cárcel porque me da vergüenza decírselo. Así que cuando recibí el boletín, fue un gran consuelo saber de un grupo externo que realmente se preocupa. He cortado todos los lazos con cualquier persona involucrada en cualquier tipo de negatividad. Ahora estoy empezando a limpiarme para poder cambiar cualquier cosa equivocada que pueda alejarme del camino de Alá. Todos los días los reclusos me piden que les explique el Islam. Parece que personas de todas las nacionalidades se acercan a esta religión. Es como dice el Corán: La verdad ha llegado y la mentira perecerá. Cada vez que puedo, practico la recitación del Corán en árabe. Espero ser bendecido con algún grado de excelencia en la recitación del Corán que Bilal debe haber tenido, Inshallah. Los otros hermanos aquí también les envían sus salaams y agradecen por los Boletines Islámicos que les han enviado. Que Alá te siga bendiciendo en tus esfuerzos por ayudar a los demás. Los tendré presente en mis oraciones. Assalamu Alaikum Hermano Zaid San Quintín: Estimados lectores: La Redacción del Boletín Islámico ha decidido no publicar las cuatro preguntas restantes que Tony Poldrugovac formuló en el número anterior debido a que, cuando se respondió a su primera pregunta, volvió con otras 15. Consideramos que las preguntas de Tony son de naturaleza argumentativa y, por lo tanto, hemos decidido no responder a más preguntas. Sin embargo, hemos enviado las preguntas originales de Tony a Ahmed Deedat, el famoso erudito islámico, quien sin duda, le responderá mejor de lo que nosotros pudimos hacerlo. Véase "Respuesta de Ahmed Deedat". CARTAS AL EDITOR Dirección web: www.islamicbulletin.org Correo electrónico: info@islamicbulletin.org Editor, Boletín Islámico Apartado de correos 410186 San Francisco, CA 94141-0186, EE.UU.

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