Boletines informativos Edición número 13

El Boletín Islámico Numero 13 Pag 8 BENEFICIOS DE LA MIEL La miel es abluente y aperitiva. Contiene propiedades detergentes y tónicas que limpian las arterias y los intestinos de impurezas. Abre las obstrucciones del hígado, el riñón y la vejiga. También es un conservante general, y ayuda a preservar la potencia de los ungüentos entre otros remedios medicinales naturales. La miel también ayuda a romper el exceso de humedad en los intestinos, como en la diarrea. La miel es superior al azúcar en muchos aspectos, y es menos dulce pero más fuerte, y si se toma en exceso, puede ser perjudicial para la bilis, a menos que se mezcle con vinagre. La miel es buena para los ancianos; es un supresor de la tos y se utiliza en medicina para tratar la mucosidad dañada en el estómago y para suavizar la constitución general del cuerpo. La miel también es un curativo para el apetito vicioso, y cuando se toma como bebida mezclada con agua caliente y un orujo hecho de rosas dulces, ayuda al tratamiento de la rabia, y se considera una salvaguardia contra nuevas infecciones. La miel también se utiliza como desintoxicante para drogadictos y como antitoxina para tratar la ingestión accidental de plantas venenosas de la familia de las solanáceas (Hyoscymus niger) u hongos silvestres, entre otras. Si se toma como bebida mezclada sólo con agua caliente, sirve como remedio para las mordeduras de perro. Como conservante, la miel puede utilizarse para conservar la carne hasta tres meses, y se emplea en el encurtido de pepinos, calabazas, berenjenas y diversos tipos de frutas hasta seis meses. Conocida como "el conservante de confianza", la miel también se utilizaba como ingrediente principal para embalsamar a los muertos. Untarse el pelo con miel cruda natural a modo de ungüento cura los piojos y otros parásitos. También puede utilizarse como suavizante y acondicionador del cabello, y favorece su crecimiento. Usándola como colirio, la miel aclara la vista, mientras que cepillarse los dientes con miel los blanquea. Y cuando se usa como enjuague bucal, fortalece las encías y elimina las enfermedades de las encías. Las propiedades naturales de la miel también la convierten en un excelente reconstituyente y disolvente; abre los poros de los vasos sanguíneos y alivia las secreciones menstruales, expulsa las flemas y abre las obstrucciones del hígado, los riñones y la vejiga. En efecto, la miel tiene un gran valor nutritivo y es la bebida de las bebidas, el edulcorante de los edulcorantes, el ungüento de los ungüentos, y no hay otro alimento entre los que Dios Todopoderoso ha creado para nosotros que iguale el valor de la miel, y nada se acerca a su constitución. La gente conocía la miel desde la antigüedad y mucho antes de que empezaran a procesar el azúcar refinado. De hecho, los médicos de la antigüedad hablaban mucho de la miel, y el azúcar nunca se mencionaba en sus escritos. Como alimento altamente metabólico, potente y estimulante, el azúcar no es totalmente soluble, y produce en el cuerpo una energía curativa atenuada que, además, disminuye rápidamente. Esa energía que se acumula rápidamente deja al organismo con el duro trabajo de eliminar el saldo de moléculas insolubles, y de reconstruir las paredes interiores de las arterias afectadas por la abrasión causada por el paso de esas moléculas en el torrente sanguíneo. Sin embargo, el azúcar es más relajante para el estómago, y es menos dulce que la miel y menos vehemente. REGULA EL MOVIMIENTO INTESTINAL Se narra por Abi Sai'd AI-Khidri en las tradiciones que un hombre vino al Profeta (saws) e informó que su hermano se quejaba de movimiento intestinal irregular. El Profeta (saws) le aconsejó: "Hazle beber miel". El hombre volvió al día siguiente y dijo: "¡Le hice beber miel y no sirvió de nada! El Profeta (saws) le dio el mismo consejo dos o tres veces, y el hombre seguía volviendo con la misma respuesta. Después de la tercera o cuarta vez, el Profeta (saws) dijo: "Dios dijo la verdad, y el vientre de tu hermano miente". La misma tradición fue reportada en Sahih Muslim donde el hombre dijo: "El vientre de mi hermano es aprensivo". - Significando que tiene nauseas, se siente mareado, y que su sistema digestivo está trastornado. (Recopilado en Sahih Bukhari) El Profeta (saws) solía beber a veces una infusión de agua endulzada con miel en ayunas, y tal costumbre encierra amplios beneficios y sutiles secretos. Ibn Maja se refirió a un dicho profético narrado por Abu Huraira (R.A.), según el cual el Profeta (saws) dijo: "Quien coma miel (al menos) tres veces al mes no encontrarán gran aflicción". En otra tradición, el Profeta (saws) dijo: "Haced uso de los dos remedios: La miel y el Corán". En este dicho, él (saws) vinculó la medicina humana y la divina; los remedios para el cuerpo y los del alma; el factor natural y el espiritual; y, la medicina terrenal y la celestial. Una vez entendido esto, volvemos al caso que mencionamos antes, el del hombre que preguntó por una cura para los problemas intestinales de su hermano, y el remedio prescrito por El Profeta (saws). En este caso en particular, la causa del estreñimiento y el sufrimiento del hermano se debía al consumo excesivo de alimentos y al exceso de apetito que producían una condición dispéptica o indigestión aguda. El Profeta (saws) le pidió que le diera a su hermano un trago de miel para aflojar y ayudar a la excreción de desechos. Como este estreñimiento estaba causado por haber comido en exceso durante un largo periodo de tiempo, el revestimiento de su estómago estaba recubierto de una mucosidad o sustancia asebífera que provocaba la flojedad de los tejidos estomacales y obstruía la secreción de nutrientes, ya que el estómago tiene un revestimiento aterciopelado, con pelos cortos, densos y erguidos, como los de una toalla. Cuando una sustancia tan viscosa se adhiere al revestimiento, obstruye el ciclo normal de la digestión y estropea los alimentos. Así pues, tomar un abulente natural y un aperitivo, como la miel, es el mejor de los remedios, y sobre todo si se mezcla con agua tibia. El propósito medicinal que subyace a la repetición del tratamiento tiene un importante valor terapéutico, por lo que el "medicamento adecuado" debe tener la cantidad y la concentración correctas para ser eficaz. Cuando la medicina no satisface tales condiciones, fallará, y cuando excede la potencia requerida, debilitará el coyd y causará otro daño. Por lo tanto, cuando el Profeta (PBUH) prescribió una segunda y luego una tercera aplicación del tratamiento, implica que la condición era aguda y necesitaba más tratamiento, y finalmente la condición pasó. Cuando el Profeta (PBUH) le dijo al hombre: "Dios dijo la verdad, y el estómago de tu hermano miente", él reiteró su posición de que la miel era la medicina correcta para la condición de su hermano, y que su "mente estomacal" siguió negándolo hasta que la medicina finalmente hizo efecto. De hecho, la medicina del Profeta (BPD) es la más creíble y sincera, y está basada en la inspiración divina (wahi), el enfoque profético (Mishkatu - Nubuwwa), y un razonamiento brillante ('aql), mientras que los diagnósticos de la mayoría de los médicos se basan en la intuición, la conjetura y el experimento, y no pueden refutar la eficacia probada de la medicina profética. Sin embargo, en general, quien la acepta, cree en su naturaleza curativa, se adhiere a ella con fe y se somete voluntaria y felizmente a sus efectos curativos, se recuperará de su enfermedad con la venia de Dios. El mismo principio guía a los creyentes cuando Dios Todopoderoso dice del sagrado Corán: "Una cura para las enfermedades de los corazones". (Corán 10:57) Así, cuando su admonición no se recibe con ese tipo de fe, no curará tales enfermedades. Más bien, aumentará la profanidad de los impíos, ampliará la hipocresía de los ostentosos y agravará sus enfermedades, incluso si hacen uso de la medicina profética prescrita, pues indefectiblemente, la medicina profética le sentará mejor al cuerpo obediente de un verdadero adorador que está bendecido con la fe; y del mismo modo, la medicina del Sagrado Corán curará la enfermedad de las almas benditas y los corazones vivos. Por lo tanto, aquellos que se oponen a la medicina profética no se beneficiarán de ella, al igual que aquellos que argumentan en contra de los remedios del Sagrado Corán no pueden beneficiarse de ellos. Esto no es culpa de la medicina, sino de su carácter carente de espíritu, su profanación de la sagrada morada del corazón y su desprecio contra el Mensaje de Dios. Dios Todopoderoso dice en el Sagrado Corán: "De su vientre sale una bebida de diversos colores, en la que hay una cura para la gente. Ciertamente hay un signo para los que reflexionan". (Corán 16:69) Ciertamente Dios es el guardián del éxito, y Él es el Señor Omnisciente. LEYES DE DIETA

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