exactamente que sean representaciones, las cuales fueron reveladas originalmente por Dios. El Coran mantiene este punto de vista hacia el Viejo y Nuevo Testamento, desde hace cientos de años, esto ha sido mantenido así por los textos estudiados por los eruditos de la Biblia. Los musulmanes creen en los Ángeles de Allah (Dios), y en sus Profetas (la paz sea con ellos). Ellos creen en la resurrección de la muerte al final del mundo; ellos creen en el acercamiento del Día del Juicio y la vida eterna en el Paraíso o en el infierno. Aunque, los musulmanes creen que Allah (Dios) es El Todo- Poderoso y mantiene completo control sobre Su creación, ellos también creen que Allah ha creado al hombre con propia voluntad y habilidad de escoger un acto, y que Allah hace al hombre moralmente responsable por las cosas que hace como hombre durante su vida. Es falso decir, que el Islam enseña a sus seguidores a resignarse mansa y débilmente a su destino. En lugar de eso, Islam desafía a los creyentes a pelear en contra de lo equivocado y la opresión, y esforzarse por establecer la verdad de lo que es correcto y justo. Fe en Acción Fe sin acción es una carta muerta. El Islam nos enseña que la Fe por ella misma, no es suficiente hasta que sea transformada en acción. El Profeta Muhammad (PUBH) dijo: “La Fe no depende en levantar esperanzas, pero es algo, lo cual es firmemente establecido en el corazón y testifica por acciones. En lugar de eso, hay gente que ha sido engañados por sus esperanzas, entonces al final de este mundo ellos parten sin ningún merito. Ellos solían decir: ‘Tenemos buenas expectaciones de Dios’ pero se engañaban a ellos mismos. Ya que ellos colocaron altas expectaciones en Dios, ellos ya sobrepasaron en buenas acciones.” Cada musulmán es enseñado que el/ella es responsables por sus propias acciones, las de este mundo y la del otro mundo. Islam enseña que cada individuo debe cargar con sus responsabilidades por sus propias acciones y que nadie las va a cargar por ellos. La Posición de la Mujer en Islam Islam enseña, que la mujer en no es intrínsicamente inferior al hombre; al contrario, la mujer y el hombre son de la misma naturaleza. Ambos de ellos tienen la misma capacidad intelectual y espiritual. Es mas, ambos son igualmente responsables por sus buenas acciones en frente de Dios.
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