muy profundo en mi corazón, que esas palabras eran de Dios; pero yo no estaba segura de abandonar el tipo de vida fácil que llevaba. Ciertamente, mas parecía una bebe, dando sus primeros pasos en este mundo desconocido. Recientemente, me preguntaron, “Que difícil seria repentinamente detener y abandonar muchas cosas que has estado hacienda cuando te conviertes en musulmana?” fue muy difícil, porque no abandone nada inmediatamente! Me tomo 5 años, desde la primera vez que comencé a leer el Coran, para tomar consciencia de mi decisión de dejar de comer puerco! Mi familia era italiana, el puerco es un ingrediente principal en su cocina. Pero, cuando me dije a mi misma después de cinco anos de estar leyendo el Coran, que a lo mejor debería dejar de comerlo porque Allah lo ha ordenado como algo sucio, fue muy difícil! Me tomo, como un año mas comiéndolo y me sentía culpable, hasta cuando me comenzó a enfermar cada vez que lo comía. Ahora, solo veo el salami en los mercados y dijo: “Bueno, es algo pequeño que Allah nos ha pedido”. Es así, como siento Ramadan. Pregunte a alguien, que es lo primero que piensan cuando viene Ramadan. Ellos dijeron, la primera cosa es “Oh, Aghhh”, después de esto es, “Oh, Yea”. Así, lo pienso yo también. Los sentimientos de ansiedad, yo creo que es, porque estamos consciente del desafió y miedo de que vayamos a fallar. Y pensamos en el dulce sentimiento que tenemos, cuando rompemos nuestro ayuno al tiempo propicio sabemos que todo lo que ofrecimos fue por Allah y es un día mas en su honor y su devoción hacia El… porque es algo pequeño que El nos pide a nosotros – hacer ayuno solo por un mes- que tratemos solos por un mes seguir su sendero correcto y concentrarnos en el realmente. A veces, cuando tengo alguna tentación en Ramadan, me digo a mi misma: “es algo pequeño que El nos pide” y El nos concede mucho perdón y compasión. Licor, promiscuidad, robo, mentiras, engaños, etc.… lentamente han partido dentro del curso de trece años. Ahora, cuando miro para atrás, ya no me puedo imaginar ni siquiera que esa persona comportándose así, era yo. Es muy diferente, de lo que soy ahora. El licor, me trajo hacia mis rodillas y Allah estuvo ahí para respaldarme. He decepcionado a mis hijos, y la verdad es que fui un pobre modelo para ellos. Pero, Mash’Allah, ellos tienen el Sagrado Coran en sus hogares y ven la persona diferente que se ha convertido muy sincera y creyente en esto. Mi nieta, cree en Allah y siempre quiere oír “Historias de Dios”. Mi padre ha pasado, pero mi madre es asombrante tolerante hacia mis creencias en Islam. A veces, pienso que ella cree que es solo “una
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