El Boletin Islamico Edicion Numero 7

Asalamu Alaikum, Querido Editor: Sólo quería hacerte saber lo mucho que me gusta leer el Boletín Islámico. He estado siguiéndolo por un par de años. Me gustaría compartir contigo una experiencia muy interesante que tuve mientras viajaba de Oregón a California. Yo, con otros seis hermanos Musulmanes, dejé mi casa en Corvallis, Oregón para asistir a una reunión Islámica en California. Al pasar Oakland, California, nuestra camioneta se dañó cerca de un lugar de alquiler de limusinas. Dos de las personas que trabajaban allí nos vieron varados con el capó de la camioneta abierto. A pesar de que era sábado por la noche, el día más ocupado del negocio, estos dos hombres ofrecieron llevarnos, gratis, a nuestro destino. Les pedimos que nos llevaran a la Mezquita más cercana. Como no conocíamos el área, usamos la “Lista de Mezquitas” que había guardado de la última edición del Boletín Islámico. La Mezquita más cercana a nosotros era el Centro Islámico de Oakland en la Calle 31 y Telegraph. En nuestro viaje a la Mezquita, comenzamos a hablar sobre el Islam a los dos hombres. Ambos dijeron que eran Adventistas del Séptimo Día y estaban muy felices con su religión. Entonces les agradecimos por llevarnos y les regalamos un recipiente de miel. Cuando llegamos a la Mezquita, los dos hombres se negaron a cobrarnos. Una Bayan (charla) se estaba dando dentro de la Mezquita, por lo que invitamos a los dos hombres a escucharla. Aunque uno estaba un poco indeciso porque quería volver a trabajar, el otro acordó asistir y convenció a su amigo de ir y sólo “escuchar”. Después de la charla (Bayan), los dos hombres se sintieron tan conmovidos y felices con el Islam y el profeta Mahoma (saw), que aceptaron el Islam. Así que no sólo fuimos bendecidos con haberlos convertidos en Musulmanes, sino que también tuvimos la suerte de encontrar un mecánico en la Mezquita para arreglar nuestra camioneta. Mohamed Awad Corvallis, Oregón. Asalamu Alaikum, Querido Editor: Que Alá recompense a todos los responsables de esta interesante e informativa publicación. Para mí, los artículos te hacen pensar y te estimulan. Me siento obligada a responder a la carta un tanto ofensiva del hermano de Hijab en su última edición. Pasé mucho tiempo tratando de responder de una manera que creara posibles conflictos. El hermano tiene derecho de recordarles a sus hermanas que necesitan cubrirse. Sin embargo, esta carta es una muestra de la grosera sobreprotección de la Comunidad Musulmana sobre los grandes hombres y mujeres con este asunto del Hijab. Este es un aspecto crucial de nuestro Dīn. Es necesario para cumplir nuestro deber a Alá, para nuestra propia protección, para sentirnos orgullosas de ser Musulmana, esto es innegable. Pero, sin duda, es el “Inner Hijab” de hombres y mujeres que es de primordial importancia. Siguiendo todas las otras enseñanzas del Corán y Sunnah, de ser una persona de buen corazón, ayudar a los necesitados, realizar dawah, ¿te acuerdas? En última instancia, todos somos los únicos responsables ante Alá por cualquiera de nuestras acciones. Realmente no le importa a otra persona, y mucho menos a un extraño como lo es este hermano con las mujeres que menciona. El hermano está alegre, lo que está bien. Yo también me pregunto alegremente sobre cómo este hermano con buenas intenciones puede haber estudiado “hijab insuficientes” a un nivel tal que ha inventado categorías como: “yo- yo hijab”, “saran wrap”, etc. Sin embargo, aún es capaz de mantener la mirada baja como manda Alá. No quiero convertir esto en una batalla de género pero ¿no es curioso cómo casi nunca leemos artículos sobre cómo los hombres Musulmanes deben bajar su mirada? Sin embargo, esta es una parte tan importante del “Hijab” como cualquier pañuelo o jilbab que puedas comprar. Pero en una nota muy seria, como tu editorial señala, el Hijab como tantas otras cuestiones es un viaje espiritual personal. Todos estamos en diferentes etapas de ese viaje. No es fácil vivir en un país no Musulmán y pasear con un aspecto muy diferente al de la población en general. Los Musulmanes enfrentan muchos tipos diferentes de hostigamiento debido a su forma de vestir. Nadie se pone una bufanda y dice “¡Yupi, aquí voy no puedo esperar a tener un aspecto diferente a de todos a mi alrededor!” Puede tomar semanas, meses o años llegar a algún tipo de paz interior, la que Alá nos pide y lo que demanda la sociedad. Una vez más, este es el caso de muchos de los mandamientos de Alá, así que ¿por qué obsesionarse con el Hiyab? ¿Quiénes somos para juzgar el nivel de cualquier persona de fe o compromiso con el Islam? ¿Dónde estamos encontrando el tiempo para hacer esto cuando nuestra Ummah está en tal desorden, y los Musulmanes están siendo perseguidos en todo el mundo? ¿Es el Hijab la única identidad de una mujer Musulmana? Si he dicho algo ofensivo, pido disculpas. Solo Alá lo sabe mejor. Shereen Hussain Soy una Mujer Musulmana por Jenn Zaghloul Soy una mujer Musulmana Siéntete libre de preguntarme por qué Cuando camino, Lo hago con dignidad Cuando hablo No miento. Soy una mujer Musulmana No verás todo de mi Pero lo que deberías apreciar Es que la elección que hago es libre. No estoy llena de depresión No soy ni engañada ni abusada No envidio a otras mujeres. Y ciertamente no estoy confundida Nota, I speak perfect English (hablo inglés perfecto) Et un petit peu de Francais aussi (un poco de francés también) Tengo maestría en lingüística Así que no necesitas hablarme despacio. Yo llevo mi propio pequeño negocio. Cada centavo que gano es mío. Manejo mi Chevy a la escuela y trabajo Y no, ¡eso no es un crimen! Tu frecuentemente me miras caminar al pasar No entiendes mi velo Pero la paz y el poder he encontrado ¡Soy igual a cualquier hombre! Soy una mujer Musulmana Así que por favor no sientas pena por mí. Dios me ha guiado a la verdad ¡Y ahora soy finalmente libre! CARTA AL EDITOR ¿Necesitas contactarnos? Sitio Web: www.islamicbulletin.org Correo Electrónico: info@islamicbulletin.org Editor, Islamic Bulletin P.O. Box 410186 San Francisco, CA 94141-0186, USA

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