habiéndote puesto en él por tu cuenta, ve como actúas, así que teme la tentación del mundo y las mujeres, porque la primera tentación de los Bani (tribu) Israel tuvo que ver con las mujeres” (Muslim). Sé optimista, un rayo de esperanza fue también dado sabiamente durante el último sermón del Profeta para poder evitar lo que arriba se describe: “Si la Ummah (comunidad) se aferra al Corán y a la Sunnah (tradición y costumbres del profeta) no se desviará”. Cuando Dios nos creó como humanos con todos nuestros deseos y necesidades, El también nos reveló una guía suficiente y completa para contenerlas a través de canales apropiados. Todo lo que necesitamos hacer es buscar esta guía, reflexionar sobre ella y llevarla a cabo. “Hoy os he completado vuestra Práctica de Adoración (guía), he culminado Mi bendición sobre vosotros y os he aceptado complacido el Islam como práctica de adoración” (Corán 5:3). Date cuenta que los grandes Sahabas (compañeros del profeta Muhammad, la paz sea con él) fueron también humanos. Biológicamente ellos no eran muy diferentes de nosotros, ellos también tenían los deseos y las tentaciones de la especie humana, pero aun así ellos se controlaban de la mejor manera. Nosotros también podemos, Insha Allah. Tener deseos sexuales es humano pero controlarlos es musulmán. Cuando nos confrontamos con una situación tentativa, como pasar junto a una mujer en la calle, oficina o en la escuela, Satanás está constantemente tentándonos a darle un vistazo con pensamientos impuros. Satanás está probablemente diciendo con una gran sonrisa “si”, ”si”, ”si”; cuando somos guiados al anzuelo que él está poniéndonos. En esta clase de situaciones uno inmediatamente y de manera consciente se tiene que dar cuenta que si sólo damos un segundo para mirar, estamos obedeciendo a Satanás. “¡Vosotros que creéis! no sigáis los pasos de Shaitán (Satanás)...” (Corán 24:21). Pero cuando desviamos la mirada de inmediato y así desobedecemos a Satanás, le estamos dando un golpe en la cara dejándolo frustrado, maldito y derrotado. Satanás se reveló y fue expulsado por Allah. Y todos nosotros debemos revelarnos contra Satanás y expulsarlo de nuestros corazones. Satanás intenta hacer una guerra contra los creyentes, así que juntemos nuestras fuerzas respaldándonos con el Corán y la Sunnah para derrotarlo. Recuerda que aunque ningún ojo humano nos está observando, Allah (Dios) el siempre Observador está constantemente viendo las regiones más profundas de nuestro corazón. Nuestros ojos, extremidades, lengua y partes privadas serán nuestros testigos que vayan a favor o en contra de nosotros en el Día del Juicio, y ni el valor de un átomo de nuestras obras quedará sin ser examinado. Psicológicamente nuestras mentes están condicionadas a asociar nuestros pensamientos como el hecho de robar la ropa de una tienda con el ser aprendidos, esposados y metidos en la parte trasera de una patrulla policial. Así pues de la misma manera, deberíamos condicionar nuestras mentes a poner los versos de la Surah Nur en frente de nuestros ojos durante cualquier momento de tentación y debilidad e imaginar que durante ese particular instante Allah (SWT) nos está hablando directamente: “Di a los creyentes que bajen la mirada y guarden sus partes privadas, eso es más puro para ellos. Es cierto que Allah sabe perfectamente lo que hacen. Di a las mujeres creyentes que bajen la mirada y guarden sus partes privadas... Y volveos a Allah todos, oh creyentes, para que podáis tener éxito” (Corán 24:30,31). Que hermosa guía y que recompensa sublime por llevarla a cabo. Con la práctica, las asociaciones arriba mencionadas y el recuerdo de Allah durante momentos de tentación nos prevendrán de ser estocados por flechas malignas. Controlar exitosamente lo que miramos depende también de nuestra forma de evitar situaciones pecaminosas. Un dicho islámico (Usul al-fiqh) dice: “Cualquier cosa que lleve hacia lo haram (ilícito) es haram en sí mismo”. Por eso, cortar cualquier situación ilegal desde su capullo es por lo que debemos luchar. El hacer una obra piadosa y pura es recompensado y el evitar una situación pecaminosa también tiene recompensa, Alhamdulillah (Alabado sea Dios). Unas de las más grandes culpables, las cuales nos incitan a desobedecer las ayahs en la surah Nur, son las películas. En nombre del entretenimiento, para complacer a nuestras parejas e hijos y como una excusa para hacer algo juntos como familia, asombrosamente
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