El Boletin Islamico Edicion Numero 10

Pagina 4 The Islamic Bulletin Volume XX No. 4 Cuando la noticia sobre la llegada de visitantes musulmanes de América se esparció, hermanos de lugares cercanos y lejanos de la comunidad estuvieron entusiasmados en venir y escuchar las charlas de Islam y revivir el esfuerzo del Profeta (SAW). Mientras esto ocurría, otros musulmanes de ciudades cercanas nos invitaban a sus localidades para visitarlos, así que arrendamos un van y partimos hacia la ciudad de Medellín. Se decidió que tanto el hermano Nelson como otros tres hermanos de Bogotá nos acompañarían en nuestro viaje. Estábamos muy agradecidos de poder contar con personas que eran familiares con las carreteras y conocían los alrededores. Los hermanos locales nos previnieron sobre el problema de las guerrillas y que éste era muy real, nos decían que era mejor viajar durante el día con el fin de evitar cualquier situación de peligro ya que también las autoridades locales cerraban ciertas vías durante la noche con el fin de proteger a los ciudadanos. Así pues, nos preparamos para partir la siguiente mañana después de la oración. En general, sentimos que nuestra corta estadía en la ciudad de Bogotá fue muy exitosa. Aparte del hecho de conocer y crear lazos de amistad con la gran comunidad musulmana, también cuatro colombianos abrazaron el Islam, entre estos David (Dawud), líder de una banda musical llamada Flamingo y una abuelita de setenta años. Justo antes de irnos, un joven colombiano quien recientemente habría abrazado el Islam, vino a la mezquita acompañado de su padre. Este padre nos dijo que desde la conversión de su hijo al Islam, éste había empezado a respetarlo mucho más y empezó a comportarse de manera diferente- más amable y más serio. El padre también mencionó que quería ver por si mismo las razones detrás del cambio positivo de su hijo. Este joven converso al Islam, terminó acompañándonos en nuestro viaje y al final del mismo estuvo tan agradecido por el conocimiento que obtuvo y la experiencia vivida que lo hizo una persona más paciente; cualidades que según él, contentarían a su padre. Ahora, volviendo a la historia, fuimos acompañados en nuestro viaje por el hermano Nelson y otros cuatro hermanos colombianos. Para entonces, éramos un grupo conformado por doce hermanos viajando en un van con destino a la ciudad de Medellín. A pesar que condujimos tan rápido como era posible, no pudimos llegar a los límites de la ciudad para el atardecer y nos vimos forzados a pasar la noche en las afueras de la ciudad. Como no teníamos planeado hacer esto, no estábamos seguros de donde dormir en la noche. Estaba oscuro, así que estacionamos a las afueras de un club nocturno. Algunos hermanos durmieron dentro del van mientras otros decidieron sacar sus bolsas de dormir (sleeping bags) y dormir afuera. La mañana siguiente, cuando despertarnos y nos estábamos preparando para partir, un cliente vino hacia nosotros y nos dijo que le habíamos dado el susto de su vida ya que pensó que éramos ángeles que habíamos llegado a tomar su vida. Continuamos nuestro viaje y vimos un letrero de tránsito que decía San Francisco. Siendo del área de la Bahía, decidimos que era la ciudad de San Francisco donde debíamos parar, ofrecer la oración y comer. Al vernos vestidos de blanco, el dueño del restaurante se aproximó a nosotros para decirnos que su esposa quien estaba en su noveno mes de embarazo, se sentía incomoda con nuestra presencia y preferían que no comiéramos en su establecimiento. Nos dijeron que podíamos rezar afuera, así que rezamos y cuando culminamos la oración, el dueño del restaurante vino nuevamente y nos dijo que su esposa había sentido mucha paz al vernos rezar. Estabamos a punto de partir pero ellos insistieron en invitarnos café con leche y se disculparon por su previo comportamiento. San Francisco, un pequeño pueblo en las montañas, nunca antes había tenido un encuentro con musulmanes o escuchado sobre el Islam. Alhamdulillah, el hermano Nelson, dio una charla introductoria sobre el Islam y luego habló sobre el embarazo de Maryam (María madre de Jesús) narrado en el Corán. Con nosotros teníamos dátiles, traídos desde los Estados Unidos, los cuales ofrecimos a los locales. Nelson donó la versión española del Noble Corán al dueño del restaurante quien mostró interés por leerlo. Su esposa comió algunos dátiles y quiso tomar un nombre mencionado en el Corán para su bebé que estaba por nacer. Nos pidieron volver a su ciudad en unos años para hablar con su niño y explicarle la importancia del nombre que habían escogido para él. Condujimos hacia otra ciudad y vimos un letrero promocionando deliciosos pescados frescos. Nos detuvimos a comer en ese restaurante cerca a un lago. Después de haber disfrutado una deliciosa comida de pescado frito y ensalada, decidímos hacer nuestra oración ahí. Al culminar la oración, los locales nos pidieron que hiciéramos plegarias por ellos. Les explicamos que nosotros rezamos directamente a Dios, invitándolos a ellos a hacer lo mismo. Un padre, nos pidió que por favor rezáramos por su niño enfermo quien estaba en dicho estado por varios días. No estábamos preparados para esto, pero nuestro Amir (líder) nos dijo que todos colectivamente podíamos hacer una plegaria por el niño. Hicimos la plegaria y recitamos Surah Al-Fatiha ya que hay shifa (cura) en esta surah. Al momento que terminámos de hacer la plegaria, mas personas se acercaron y nos rodearon para pedirnos que hiciéramos plegarias por ellos también. Nosotros le explicamos que éramos personas normales quienes buscábamos ayuda en Dios. Les explicamos sobre la Unicidad de Allah y los principios básicos del Islam. Dos personas se animaron a tomar

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