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Página 8

Boletín Islámico

Trabajé como sirviente para él, pero con el tiempo me vendió a un sobrino suyo

perteneciente a la tribu de Banu Qurayzah. Este sobrino me llevó con él a

Yathrib, la ciudad de los palmerales, que es como los cristianos en Ammuriyah la

habían descrita.

En aquel momento, el Profeta estaba invitando a su pueblo de Meca al Islam pero

no oí nada sobre él en aquel entonces debido a los duros deberes que la

esclavitud me impuso.

Cuando el Profeta llegó a Yathrib después de su hijrah desde Meca, yo me

encontraba en la cima de una palmera que pertenecía a mi amo haciendo algún

trabajo.

Mi amo estaba sentado bajo el árbol. Un sobrino suyo se acercó y dijo: "Que Dios

declare la guerra a los Aws y los Khazraj (las dos principales tribus árabes de

Yathrib). Por Dios, ahora están reuniéndose en Quba para encontrarse con un

hombre que hoy ha venido de Meca y que afirma ser un Profeta."

Sentí sofocos tan pronto como escuché estas palabras y empecé a temblar tan

violentamente que temí caer sobre mi amo.

Rápidamente me bajé del árbol y le hablé al sobrino de mi amo. "¿Qué dijiste?

Repite las noticias para mí.

Mi amo estaba muy enojado y me dio un terrible golpe.

"¿Qué te importa esto? Vuelve a lo que estabas haciendo,” gritó.

Esa noche, tomé algunos dátiles que había reunido y fui al lugar donde el Profeta se

había apeado.

Me acerqué a él y dije: "He oído que eres un hombre justo y que tienes

compañeros que son extraños y que están necesitados. Aquí hay algo de mí como

sadaqah. Veo que eres más merecedor de ello que otros.

El Profeta le ordenó a sus compañeros que comiesen, pero él no comió nada.

Reuní más dátiles y cuando el Profeta salió de Quba hacia Medina, me acerque a

él y dije: "Advertí que no comiste de la sadaqah que di. No obstante, esto es un

regalo para ti."

De este regalo de dátiles, él y sus compañeros comieron.

La honradez estricta del Profeta fue una de las características que llevaron a

Salman a creer en él y aceptar el Islam.

Salman fue liberado de la esclavitud por el Profeta que pagó a su dueño judío un

precio estipulado y él mismo plantó un número acordado de palmeras para

asegurar su manumisión.

Después de aceptar el Islam, Salman diría cuando se le preguntó de quién era

hijo: "Soy Salman, el hijo del Islam de los hijos de Adán."

Salman desempeñó un papel importante en las luchas del creciente estado

musulmán. En la batalla de Khandaq, demostró ser un innovador en estrategia

militar.

Cuando Abu Sufyan, el líder de los Makkans, vio la zanja, dijo, "Esta estrategia no

ha sido empleada por los árabes antes."

Salman fue conocido como "Salman el Bueno". Él era un erudito que vivió una

vida dura y ascética. Tenía un manto que llevaba puesto y en el que dormía.

No buscaría refugio en un techo, más bien permanecía bajo un árbol o contra un

muro. Un hombre una vez le dijo: "¿No quieres que te construya una casa para

vivir?" "No necesito casa", respondió él.

El hombre insistió y dijo, "Conozco el tipo de casa que te convendría."

"Descríbemela", dijo Salman. "Te construiré una casa que si te paras en ella, su

tejado te lastimará la cabeza y si estiras tus piernas la pared las lastimará."

Más tarde, como gobernador de al-Mada'in (Ctesiphon), cerca de Bagdad, Salman

recibió un estipendio de cinco mil dirhams. Esto lo distribuiría como sadaqah.

Vivía del trabajo de sus propias manos.

Cuando algunas personas llegaron a Mada'in y lo vieron trabajar en los

palmerales, dijeron, "¡Usted es el amir aquí y su sustento está garantizado y usted

hace este trabajo!"

"Me gusta comer del trabajo de mis propias manos", respondió él. Salman, sin

embargo, no era extremo en su ascetismo.

Se cuenta que una vez él visitó a Abu ad-Dardaa con quien El Profeta se había

unido en hermandad.

Él encontró a la esposa de Abu Ad-Dardaa en un estado miserable y le preguntó,

"¿Qué es lo que te ocurre?"

"Tu hermano no tiene necesidad de nada en este mundo", respondió ella. Cuando

Abu Ad-Dardaa llego, él le dio la bienvenida a Salman y le dio comida. Salman le

dijo que comiera, pero Abu ad-Dardaa dijo, "Estoy ayunando."

"Te juro que no comeré hasta que comas también."

Salman pasó la noche allí. Durante la noche, Abu ad- Dardaa se levantó, pero Salman lo

detuvo y le dijo: "¡Oh Abu Ad-Dardaa, tu Señor tiene derecho sobre ti! Tu familia tiene

derecho sobre ti y tu cuerpo tiene un derecho sobre ti. Dale a cada uno su merecido."

Por la mañana, oraron juntos y luego salieron al encuentro del Profeta, la paz sea

con él. El Profeta apoyó a Salman en lo que había dicho.

Como un erudito, Salman se destacó por su vasto conocimiento y sabiduría. Ali

dijo de él que era como Luqman el Sabio.

Edición 19

Sugirió cavar una zanja o khandaq alrededor de Madinah para mantener al

ejército Quraysh a raya.