Page 103 - Sahih Al-Bujari

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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
Rawâha y también fue muerto, –sus ojos estaban
llenos de lágrimas mientras decía estas palabras–
, luego lo tomó Jâlid bin Al-Walîd sin que se le
haya dado el mando y Dios le dio la victoria»’.
V
La virtud de quien pierde un
hijo y toma su deceso con pa-
ciencia
640.
Anas también dijo: ‘El Profeta (B y P)
dijo: «El musulmán que pierde a tres hijos antes
de que lleguen a la adolescencia será introducido
por Dios en el Paraíso por Su misericordia hacia
ellos»’.
VI
Lo que se recomienda lavar un
número impar de veces
641.
Umm ‘Atiyya Al-Ansâriyya dijo: ‘El Men-
sajeros de Dios (B y P) entró a vernos, cuando
murió su hija, y nos dijo: «Lavadla tres, cinco o
más veces si lo veis necesario; con agua y hojas
de loto y en la última lavada poned alcanfor, o un
poco de alcanfor. Cuando terminéis llamadme».
Cuando terminamos lo llamamos; nos dio su izâr
y dijo: «Amortajadla en él»’.
VII
(El lavado) se empieza por el
lado derecho del muerto
642.
En otra versión Umm ‘Atiyya relata que
el Profeta (B y P) dijo: «Empezad por su lado de-
recho y los lugares de la ablución» y agrega: ‘Y la
peinamos con tres trenzas’.
VIII
Telas blancas para la mortaja
643.
‘Âisha relató que el Mensajero de Dios
(B y P) fue amortajado en tres telas yemenitas de
algodón, ninguna era camisa o turbante.
IX
Amortajando en dos piezas de
tela
644.
Ibn ‘Abbâs dijo: ‘Un hombre se cayó de
su montura y el animal le rompió el cuello –o: Se
rompió el cuello– mientras estaba en ‘Arafa con el
Mensajero de Dios (B y P). (El hombre murió) Y
el Profeta (B y P) dijo: «Lavadlo con agua y loto.
Amortajadlo en dos telas y no lo perfuméis ni le
cubráis la cabeza, pues él resucitará el Día de la
Resurrección pronunciando la talbiya»’.
X
La mortaja del muerto
645.
Ibn ‘Umar relató: ‘Cuando murió ‘Ab-
dullah bin Ubayy, líder de los hipócritas, su hijo
fue ante el Profeta (B y P) y le dijo: ‘¡Mensajero
de Dios! Dame tu camisa para amortajarlo, reza
por él y pide el perdón de Dios para él’. El Pro-
feta (B y P) le dio su camisa y le dijo: «Llámame
para que rece por él». Y lo llamó; pero cuando se
disponía a rezar por él, ‘Umar lo atrajo hacia él y
le dijo: ‘¿Acaso no te ha prohibido Dios que reces
por los hipócritas?’ Le dijo: «Se me dio la opción
de elegir, pues Dios dice:
Da lo mismo que pidas
o no que les perdone. Aunque lo pidieras setenta
veces Dios no les perdonaría...
(9:80)». Así que
rezó por él y luego descendió:
No ores nunca por
ninguno de ellos cuando muera...
(9:84)’.
646.
Ÿâbir dijo: ‘El Profeta (B y P) fue ante la
tumba de ‘Abdullah bin Ubayy después de que lo
enterraron e hizo extraer el cuerpo; le escupió de
su saliva y lo vistió con su camisa’.
XI
Si no hay con qué amortajarlo,
excepto algo que descubre su
cabeza o sus pies, se le debe cu-
brir la cabeza
647.
Jabbâb dijo: ‘Emigramos con el Profeta
(B y P) procurando la complacencia de Dios. Por
ello, Dios tomó cuenta de nuestra recompensa,
pero algunos de nosotros murieron sin recibir su
recompensa en esta vida, entre ellos está Mus‘ab
bin ‘Umayr; y otros recibimos nuestra recompen-
sa y la disfrutamos en esta vida. Mus‘ab fue muer-
to en la batalla de Uhud y no encontramos con
qué amortajarlo excepto su burda (manto). Si le
cubríamos la cabeza sus pies quedaban al descu-
bierto y viceversa. El Profeta (B y P) ordenó que
se cubra su cabeza y que cubramos sus pies con
un poco de pasto’.