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Oficina de Cultura y Difusión Islámica • Argentina
Sahîh Al-Bujârî
XXVII
•
Solo se pagará el zakat con ani-
males sanos
738.
Anas relató que Abû Bakr le escribió so-
bre lo que Dios ordenó a Su Mensajero (B y P):
‘No se debe pagar el zakat con animales viejos o
con defectos; tampoco con machos cabríos, ex-
cepto que así decida el recolector.’
XXVIII
•
No se debe tomar lo mejor de
la propiedad de la gente en el
zakat
739.
‘Abdullah bin ‘Abbâs relató el envío de
Mu‘âdh al Yemen (Hadiz Nro. 702) y añadió: «...
Evita tomar lo mejor de las propiedades de la gen-
te».
XXIX
•
El zakat a los familiares
740.
Anas bin Mâlik relató: ‘Abû Talha era el
ansârí más rico de Medina en palmares datileros.
Su propiedad más querida era su huerto
Bayruhá’
que quedaba frente a la mezquita. El Mensajero de
Dios (B y P) solía entrar en ese huerto y beber de
su deliciosa agua’. Anas añadió: ‘Cuando fue reve-
lada la aleya:
No alcanzaréis la piedad auténtica
mientras que no gastéis de lo que amáis...
(3:92),
Abû Talha fue al Mensajero de Dios (B y P) y le
dijo: ‘¡Mensajero de Dios! Dios el bendito y en-
salzado dice: «No alcanzaréis la piedad auténti-
ca mientras no gastéis de lo que amáis» y la más
querida de mis posesiones es el huerto Bayruhá’;
lo doy en caridad por Dios, deseo la piedad y la
recompensa por ello. Así pues, destínalo a lo que
Dios te muestre más conveniente ¡Oh Mensaje-
ro de Dios!’ Y dijo el Mensajero de Dios (B y P):
«¡Bravo! ¡Esa es una propiedad útil! ¡Ésa es una
propiedad útil! Yo escuché lo que dijiste y opino
que la dediques a los familiares». Abû Talha dijo:
‘Así lo haré Mensajero de Dios’. Y la distribuyó en-
tre sus familiares y sus primos.’
741.
Ya mencionamos el hadiz de Abû Sa‘îd
Al-Judrî sobre la salida del Profeta (B y P) ha-
cia el Mûsâlla (hadiz 531); en esta versión dice:
‘...Cuando se fue a su casa, llegó Zaynab, esposa
de Ibn Mas‘ûd, pidiendo que la reciba. Se le dijo:
‘¡Mensajero de Dios! Es Zaynab’. Él dijo: «¿Cuál
de las Zaynab?» le respondieron que era la espo-
sa de Ibn Mas‘ûd. El dijo: «Permitidle pasar». Ella
fue admitida y dijo: ‘¡Profeta de Dios! Hoy nos or-
denaste dar caridad. Yo tengo una joya que desea-
ba donar en caridad e Ibn Mas‘ûd me dijo que él y
sus hijos tenían más derecho a recibirlo que nadie
más’. El Profeta (B y P) dijo: «Ha dicho la verdad
Ibn Mas‘ûd, tu marido y tus hijos tienen más de-
recho a recibirlo que nadie más».’
XXX
•
El musulmán no debe pagar
zakat por su caballo
742.
Abû Huraira relató que el Mensajero de
Dios (B y P) dijo: «El musulmán no está obligado
a pagar zakat por su caballo o por su siervo».
XXXI
•
La caridad a los huérfanos
743.
Abû Sa‘îd Al-Judrî relató: ‘El Profeta
(B y P) se sentó un día en el púlpito y todos nos
sentamos a su alrededor y dijo: «Entre lo que
temo que os suceda después de mí está el esplen-
dor y los placeres mundanales que os vendrán».
Un hombre preguntó: ‘¿Acaso el bien trae al mal?’
El Mensajero de Dios (B y P) quedó en silencio
por un instante. Se le dijo al hombre: ‘¿Qué tienes
que le hablas al Profeta (B y P) y él no te respon-
de?’ Entonces supimos que le bajó la Revelación;
se secó el sudor y dijo: «¿Dónde está quien pre-
guntó?» como si le hubiese gustado la pregunta;
y dijo: «El bien nunca trae el mal. Entre lo que
hace brotar la primavera en las bandas de un río
hay cosas que matan o enferman, excepto que el
animal coma de Al-Jádira, luego se asolée, defe-
que y orine y paste nuevamente. No hay duda de
que estas riquezas son verdes y sabrosas. Bendita
sea la fortuna de un musulmán que de ella dona a
los pobres, a los huérfanos y a los viajeros en apu-
ros –o como dijo el Profeta (B y P)–. Y sin duda,
quien tome la fortuna de forma ilegal será como
la bestia que come y nunca queda satisfecha. Y su
fortuna será un testigo contra él en el Día de la
Resurrección»’.
XXXII
•
El zakat al esposo y a los huér-
fanos bajo su cuidado
744.
Zaynab, esposa de ‘Abdullah bin Mas‘ûd,
relató el hadiz que mencionamos hace poco (Nro.