El Boletin Islamico Edicion Numero 3

“Hijo mío, acércate ahora” respondió Hakim. “Todo orgullo y gloria vanas ya se acabaron y todo lo que queda es la taqwa- temor de Dios. Yo vendí la edificación, solamente para obtendré una casa en el Paraíso. Yo te juro que las ganancias de éste las he dado para que sean gastadas por la Causa de Dios Todopoderoso. Cuando Hakim realizó el Hajj (peregrinaje) tomó con él cien camellos finos y los sacrificó para acercarse más a Dios. En el siguiente Hajj con el fueron 100 esclavos, se paró en Arafat y a cada uno les dio un medallón de plata que tenia grabado: “Liberado en nombre de la Causa de Dios Todopoderoso, por Hakim Ibn Hazm.” En su tercer Hajj, él llevó mil corderos y los sacrificó para alimentar a los pobres. Hakim era generoso al gastar por la Causa de Dios pero aún le agradaba tener riquezas. Después de la batalla de Hunayn, él le pidió al profeta (saws) algo del botín. Después le pidió más y el profeta se lo dio. Hakim terminó quedándose con una gran parte de la repartición del botín. Pero el profeta (saws) le dijo: “¡Oh Hakim! Verdaderamente la riqueza es dulce y atractiva. Quienquiera que lo tome y esté satisfecho será bendecido con el y quienquiera que la obtenga con codicia, no será bendecido. Éste sería como alguien que come y no se satisface. La mano que da es mejor que la mano que recibe (es mejor dar que recibir). Esas palabras gentiles causaron un gran impacto en Hakim quien muy mortificado le dijo al profeta (saws): “Oh mensajero de Dios, por Aquél quien te envió con la verdad, Yo no pediré nada a nadie, después de ti”. Durante el Califato de Abu Bakú. Hakim fue llamado muchas veces para recoger su remuneración del Bayt-al-mal, pero él se rehusó a tomarlo. Lo mismo sucedió durante el califato de Umar Ibn al-Khattab, después de lo cual Umar les dijo a los musulmanes: “Oh musulmanes, yo atestiguo que llamé a Hakim para recoger su recompensa pero él lo rechazó.” Hakim permaneció fiel a su palabra. No tomó nada de nadie hasta que él murió. Él aprendió del profeta (saws) una gran verdad, que la conformidad es una riqueza sin par. LA DIETA & LOS MODALES ISLÁMICOS Los musulmanes son parte de diferentes culturas y han contribuido a las prácticas nutricionales en el mundo. Sin embargo, las prácticas nutricionales islámicas (incluyendo cualquier otra acción) se esperan que estén predominantemente determinadas por las advertencias y reglas del Islam, trazados por el sagrado Corán y explicados por la sunna del Profeta Muhammad (saws). Más de novecientos millones de musulmanes de diferentes nacionalidades, sociedades y marcos geográficos de este mundo hacen que esta práctica nutricional sea única. La pulcritud y la higiene En el Islam se enfatiza la pulcritud y la higiene a tal punto, que según el relato de Ibn Hayn, el profeta Muhammad (saws) dijo: “purifíquense puesto que el Islam es pulcro.” En otro hadiz se reportó que el profeta (saws) dijo: “La limpieza te invita a la fe y la fe conduce a su poseedor al Jardín.” Se recomienda enormemente la limpieza al manipular los alimentos cocinarlos, preservarlos, procesarlos, etc. Además de enfatizarse una limpieza general del cuerpo, la vestimenta, el hogar y los alrededores. El miswak El profeta Muhammad (saws) puso un especial énfasis en la limpieza de los dientes, manos y cabello. Él era particularmente cuidadoso en el uso del miswak (cepillado dental) Miswak es una palabra árabe que significa limpia dientes. Éste está hecho de madera y el profeta (saws) recomendó su uso con cada ablución (lavado para la oración) que es cinco veces al día, también antes y después de cada comida. Cuánto aplaudirían nuestros dentistas de hoy en día esa visión moderna. Hábitos alimenticios El comer, como cualquier otra acción que realiza el musulmán, es una cuestión de adoración, éste se empieza con Bismillah (en el nombre de Allah). El Islam recuerda a los musulmanes que la comida y la bebida son proveídas por Allah para nuestra supervivencia y para conservar una buena salud. Los siguientes 7 hábitos fueron recomendados por el profeta (saws) y son practicados por los musulmanes alrededor de todo el mundo: 1) Du’a’ (súplica) antes de cada comida: “En el nombre de Allah y con las bendiciones de Allah” (Bismillah wa ala barakatillah) 2) Du’a (súplica) después de cada comida: “Alabado sea Allah el Único, Quien nos dio de comer y beber y que nos hizo musulmanes” (Alhamdulil lazi at ta mana wa saqana waja-alana minal muslimiin) 3) Comer menos:

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