El Boletin Islamico Edicion Numero 3

descubrimientos en las traducciones del árabe y de las bibliotecas islámicas. PAZ Y SUMISIÓN Islam es una palabra árabe derivada de la raíz semítica de 3 letras s-l-m. El significado de “Islam” abarca los conceptos de: paz, saludo y sumisión. Por lo tanto la palabra musulmán deriva de la misma raíz, señala a aquel que se somete a Dios, una postura enunciada en la declaración tradicional de fe: “No existe otra divinidad excepto Allah, y el profeta Muhammad es Su mensajero”. “Allah” es simplemente la palabra árabe utilizada para nombrar a “Dios”, el mismo ser supremo y sobrenatural que es adorado por cristianos y judíos. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las otras religiones, en el Islam no se requiere de un bautismo u otra ceremonia de iniciación. “La afiliación a la comunidad musulmana no es conferida por el hombre”, Thomas W. Lippman escribe en Entendiendo el Islam. “Ésta se adquiere mediante un acto conciente de voluntad, al acto de sumisión, resumida en la declaración de fe”. También, “para convertirse en musulmán, es suficiente realizar esta declaración sinceramente en presencia de otros creyentes quienes lo atestiguarán. Pero, convertirse en musulmán implica también aceptar un entrelazado conjunto de creencias, prácticas y otros estándares éticos”. A pesar de que el Islam ha echado raíces en diversas culturas tales como las de Egipto, China y Estados Unidos, con algunos aspectos culturales que han sido integrados en cada región. Los estudiosos del Islam, declaran que los musulmanes en cualquier lugar comparten un conjunto de principios básicos, “los cinco pilares de la fe”. El primer pilar es la declaración de fe, en árabe la Shahada, que consisten en testimoniar: “No existe otra divinidad excepto Allah, y el profeta Muhammad es Su mensajero”. Este es denominado por muchos como el tema central del Islam, debido a que muchos musulmanes lo repiten, en árabe, varias veces al día para recordar a sí mismos la posición central que ocupa Dios en sus vidas. El segundo pilar es la adoración ritual, o salat (oración). Los musulmanes tienen que rezar ceremoniosamente 5 veces al día- al amanecer, a mediodía, en la tarde, después del ocaso y en la noche. En los países islámicos, un hombre congrega a los creyentes llamándolos desde lo alto de la torre de la mezquita, también llamado minarete o utilizando altavoces. O como se ha tornado común en el mundo occidental, un programa de computadora o un reloj islámico que realiza el “Adhan” (llamado a la oración) en la hora apropiada. A diferencia de la mayoría de las oraciones judías y cristianas, el salat (la oración) en el Islam requiere más que palabras en su ejecución. Todo el cuerpo es involucrado en este ritual. Éste empieza cuando los orantes elevan sus manos y exclaman “Allahu Akbar” que se traduciría como “Dios es el Supremo”. Luego, los orantes se inclinan apoyando las manos en las rodillas, después se arrodillan con las manos sobre los muslos y finalmente inclinan sus cabezas para tocar con sus frentes el suelo. En determinado movimiento se recita versos del Corán. En ocasiones, una persona denominada como Imám, dirige o lidera el servicio. El tercer pilar es el ayuno (o saum) durante el mes de Ramadán. Debido a que el Islam utiliza un calendario lunar, su año tiene 11 días menos que el calendario solar que rige la mayoría de los asuntos de este mundo. Como resultado, cada año el Ramadán llega 11 días antes. El mes es sagrado porque según la creencia islámica, Dios reveló inicialmente los versos del Corán al profeta Muhammad durante el Ramadán. En este mes los musulmanes se abstienen de comer, beber, fumar y de la actividad sexual desde el alba hasta la caída del sol. Tradicionalmente, durante el Ramadán los musulmanes desayunan antes de la salida del sol y no prueban alimento alguno hasta después del ocaso. Este es un tiempo especial de felicidad para los musulmanes. Las reuniones en la mezquita para romper el ayuno en comunidad y realizarlas oraciones especiales, convierten a éste en una ocasión particularmente festiva y plena de alegría. El cuarto pilar es la limosna, llamado en árabe “Zakat” (aporte social). Los musulmanes dan un monto específico de dinero, usualmente 2.5% de la fortuna acumulada cada año, para asistir a los pobres y enfermos. El dinero no va destinado a solventar la mezquita ni a los líderes islámicos. El Corán no menciona cuanto debe ser dado. En algunos países islámicos es voluntario mientras que en otros el gobierno hace respetar la ley. Los musulmanes en cualquier lugar comparten un conjunto de principios básicos, “los cinco pilares de la fe”. El Islam también enseña que cada persona tiene una relación directa Dios, y que no es necesario ningún intermediario.

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