Las mentes ávidas de conocimiento Quieren saber... ¡Extra! ¡Extra! ¡Lee todo al respecto! La verdadera historia: Islam Reimpreso en parte del Washington Post Con el increíble crecimiento del Islam en América, se nos pregunta cada vez más frecuentemente acerca de qué es lo que el Islam sostiene. Muchas personas resultan confundidas con los prejuicios sobre el Islam, visto a través de los ojos de una prensa antagonista y la realidad de un creciente número de americanos que abrazan el Islam. Nos esforzaremos, a través de esta columna, para brindarles una noción clara sobre los principios y prácticas básicas del Islam. Editor. En un mundo dominado por la incomprensión de las diferencias culturales, el Islam y sus adeptos son frecuentemente estereotipados y etiquetados caricaturescamente con una imagen violenta o sexista. Ciertamente, se debe admitir que el Islam no está bien representado por los actos de los terroristas del Medio Oriente, por ejemplo, como tampoco lo está el Cristianismo mediante los actos de los terroristas del Norte de Irlanda, o en América con las actividades del Klu klux Klan tipificados por sus cruces ardientes. El Islam es una religión antigua de profundos lazos históricos y teológicos con el Judaísmo y la Cristiandad. Las tres religiones adoran al mismo Dios, reconocen partes de la Biblia y muestran un profundo respeto por Adán, Noe, Abraham y Moisés, para nombrar a algunos de los profetas. Los musulmanes consideran a Jesús uno de los grandes profetas. En efecto, el Islam enseña que éste representa la moderna tendencia principal de una religión primordialmente monoteísta que se inicia con los primeros seres humanos. Alrededor del milenio, la religión tomó forma con los primeros profetas judíos, fue significativamente modificada por Jesús y finalmente se consolidó con el profeta Muhammad, el último profeta que murió en el 632. Entre los principales actos del profeta Muhammad, se encuentra el rechazo del antiguo concepto judío de un “pueblo elegido”. En lugar de este, él enseñó que todas las personas nacen siendo musulmanas (individuos sometidos a Dios) y que cualquiera, sin importar el color, la nacionalidad, raza o la condición social, puede unirse a la comunidad musulmana con simplemente someterse a Dios, y recitando el testimonio de fe, conocido como Shahada: “No existe otra divinidad excepto Allah (Dios), y el profeta Muhammad es Su mensajero”. Debido a su poder de promover el intercambio cultural, el Islam ha conquistado corazones y mentes de aproximadamente 1.2 billones de seguidores alrededor del mundo, convirtiéndola en la segunda religión más grande. El Cristianismo tiene acerca de 2 billones de adeptos y el Hinduismo es la tercera mayor con alrededor de 800 millones de seguidores. A pesar de la asociación que la mente occidental hace entre el Islam y los aspectos arábicos, aproximadamente el 85% de los fieles musulmanes no son árabes. El sur de Asia constituye la mayor cantidad de población musulmana, con 275 millones de creyentes. África está en segundo lugar con 200 millones. Y de acuerdo al Consejo de Musulmanes Americanos, se dice que China tiene tantos musulmanes como los hay en bastiones mejor conocidos, como Irán, Egipto o Turquía. De acuerdo con el almanaque musulmán, un 2 por ciento de la población americana, es decir, alrededor de 5 millones de americanos, son musulmanes. Es difícil determinar el número exacto de musulmanes en cualquier lugar, debido a que estos no pertenecen a congregaciones y porque las mezquitas están abiertas a todo el mundo, sin mantener roles de membresía. Muy aparte de su importancia para los creyentes, el Islam ha realizado servicios por los cuales toda la humanidad se encuentra en deuda. Cuando la Europa cristiana se sumía en el llamado Oscurantismo por alrededor de 600 años, comenzando a finales del siglo V, los estudiosos del Islam en otro lugar mantenían elevados estándares de estudios académicos, matemáticas e investigación científica. Las bibliotecas islámicas en Bagdad, el Cairo y Damasco preservaron los antiguos escritos griegos, romanos que los estudiosos hindúes al igual que los líderes europeos rechazaron. Mientras Europa languidecía, los musulmanes matemáticos, científicos e ingenieros realizaron grandes avances en diversos campos. Las palabras Álgebra y Algoritmo, por ejemplo, derivan del árabe. Cuando las mejores bibliotecas europeas tenían tan solo unas cuantas docenas de libros; las colecciones islámicas estaban compuestas por miles de decenas. Cuando el renacimiento estalló en el Oeste de Europa en los siglos XIV, XV y XVI, éste se encontró ante un cúmulo de conocimientos antiguos y nuevos
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