El Boletin Islamico Edicion Numero 3

Muchos de los nombres de las familias en Nicaragua siguen siendo comunes en Palestina. Casi no existe práctica ni conocimiento del Islam en esas comunidades pero la sombra del Islam persistió. El segundo grupo de inmigrantes en los años 60 fueron mejor educados, pero no lo suficientemente orientados en los principios islámicos, tal como los primeros. Este grupo de inmigrantes fueron afectados por dos eventos mayores en Nicaragua: el más grande terremoto en 1972, y la revolución comunista en 1979. En esta época muchos de los primeros palestinos emigraron a Norte América o retornaron a Palestina. Los que se quedaron sufrieron mucho y con el tiempo sus familias adoptaron la fe cristiana. El último y el grupo más pequeño de inmigrantes fue a principios de los 90, muchos de ellos eran inmigrantes que retornaron a Nicaragua y que eran más fuertes en su herencia Islámica, por su exposición en Norte América o Palestina. Estos inmigrantes también poseían una identidad islámica más fuerte que los grupos previos, despertando de nuevo el Islam para sus comunidades. Para hacer las cosas más difíciles, el gobierno de Nicaragua prohibió a todos los grupos de misioneros de Pakistán, India, y otros países Árabes o Islámicos. Después de recibir peticiones de ayuda, un grupo de hermanos de San Francisco hicieron su viaje a Nicaragua para reintroducir el Islam para esos hermanos y hermanas olvidados. Como en el grupo existían personas que hablaban el español con una fuerte convicción para difundir la palabra de Allah, existía mucha emoción y expectativa en este viaje. LA SORPRENDENTE HISTORIA EN CHINANDEGA En Managua, la capital de Nicaragua, el grupo se enteró de un palestino anciano, llamado Mukhtar, que había estado en coma durante tres semanas y cerca de la muerte. Antes de entrar en coma este hombre había solicitado estar entre musulmanes durante su muerte. Él se encontraba en el pueblo de Chinandega, que está aproximadamente a 150 Km. de Managua. En cuanto llegó un hermano del pequeño pueblo, muchos de los hermanos del grupo lo acompañaron a la casa del hombre moribundo. Mientras ellos viajaban al encuentro del hombre enfermo y moribundo, el hermano del lugar explicó algunos detalles de la familia. Parecía que el hombre asimiló la cultura del país que eligió y que se casó con una mujer del lugar que era muy fuerte en su catolicismo. Ellos tuvieron dos hijos y una hija quienes crecieron como católicos, y la mujer insistía que al hombre se lo enterrase como un cristiano. Cuando los hermanos llegaron a la pequeña ciudad, ellos estaban indecisos entre ir directamente a la casa del anciano, o primero parar en la casa del conductor, almorzar allá y rezar el Dhuhur (la oración del medio día) antes de llegar a la casa del hombre y darle todas las atenciones que requería. Se decidió ir directamente a la casa del hombre enfermo antes que centrarse en sus propias comodidades. Al entrar a su casa, ellos se encontraron rodeados de una cantidad de estatuas cristianas, y largos crucifijos en todas partes. Ellos se sintieron como si hubieran sido transportados a una iglesia. Ignorando esto, acudieron hacia el hermano moribundo, en cuyo rostro se veía el trauma y la tortura de sus sufrimientos. Con sus hijos e hija presentes, ellos inmediatamente empezaron a recitar “Surah Yaseen” e hicieron una oración colectiva por el anciano. Ellos pudieron ver en los ojos de los hijos y la hija, la angustia y el amor por su padre. En esos momentos uno se llena de esa sensación de impotencia. “¿Acaso cuando el aliento vital llega a la garganta y estáis pendientes, mirando, no estamos Nos mas cerca de él que vosotros, aunque no veáis?”(Corán 56:83-85). El grupo confortó a esos muchachos hablando de la grandeza de Allah, los principios del Islam, y algunos puntos sobre el profeta Jesús (as). Trataron de darles un poco de lo que habían perdido de sus raíces islámicas. Mientras ellos escuchaban, el hermano mayor se quitó la cruz que llevaba en su cuello y aceptó el Islam. Dijo la Shahada (declaración de fe), seguido por su hermano, y juntos invitaron a su hermana a hacer lo mismo lo cual hizo. La madre, al escuchar esta conversación, se molestó por lo que estaba sucediendo y salió de su casa. Los hermanos de San Francisco procedieron a ir a la casa de su conductor para el almuerzo retrazado, y para la oración del Dhuhur juntamente con los hijos del moribundo. Este fue su primer salat (oración) para los muchachos, a ellos se les instruyó a hacer Dua (súplica a Allah) para su pobre padre que estuvo en coma durante tres semanas. Mientras el grupo oraba por el hombre moribundo con sus manos en súplica hacia Allah, el teléfono sonó... el padre había fallecido, en La familia despejó la casa de ídolos y cruces, y transformaron su inmensa casa en la “Mezquita de Chinandega”.

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