El Boletin Islamico Edicion Numero 4

Página 4 El mes de Ramadán ha comenzado una vez más. Este mes es un momento muy especial en el corazón y el alma de un musulmán. Es un tiempo cuando Allah otorga muchas bendiciones en nuestras vidas. También es un tiempo para el perdón, el arrepentimiento y la oportunidad de ganar incalculables recompensas. Es muy importante aumentar la adoración durante Ramadán leyendo el Corán, orando oraciones extras como Tahajjud y Taraweeh, y siendo bondadoso y haciendo buenas obras. Estos buenos hábitos durante el Ramadán también deberían, si Dios quiere, continuar después de que el mes de ayuno haya llegado a su fin. El ayuno desarrolla el autocontrol y nos ayuda a superar el egoísmo, la avaricia, la pereza y otras faltas. Es un programa de entrenamiento anual para refrescarnos y para llevar a cabo nuestros deberes hacia El Todopoderoso, Creador y Sustentador. El ayuno nos da la sensación de hambre y sed. Experimentamos por nosotros mismos lo que es tener el estómago vacío. Esto desarrolla nuestro sentimiento por las personas pobres y hambrientas. El ayuno nos enseña a controlar nuestro amor a la comodidad. Además, nos ayuda a mantener nuestros deseos sexuales bajo control. El hambre, la comodidad y el sexo son tres factores que deben mantenerse bajo control para comportarnos como siervos del Todopoderoso. El propósito del ayuno es hacer que un musulmán pueda controlar sus pasiones, de modo que se convierta en una persona de buenas obras e intenciones. La ira, una debilidad humana común, también puede ser controlada por el ayuno. Se espera que un musulmán se mantenga alejado de todas las malas acciones durante su ayuno. No debe mentir, romper una promesa, o hacer cualquier acto engañoso. Tanto a nivel individual como social, el ayuno tiene muchas virtudes y beneficios. De éstos podemos mencionar el sentimiento de simpatía por los pobres. Después de todo, el sentido de compasión del hombre surge de su sensación de dolor, y el ayuno es un medio práctico para desarrollar la compasión en su espíritu. En este sentido, se dice que el Profeta Mohammed (pubh) fue el más generoso entre las personas, y fue especialmente generoso durante el Ramadán. Además, el ayuno establece la igualdad entre los ricos y los pobres. En cierto modo, es una experiencia obligatoria de la pobreza en la medida en que pretende que todas las personas compartan la igualdad, no la diversidad, de sentir y simpatizar entre sí a través de un sentido colectivo de resistencia, no a través de una discordia. Durante el ayuno, los musulmanes pueden simpatizar con la gente hambrienta en todo el mundo y ver las dificultades que atraviesan todos los días de sus vidas. Sin embargo, la mera abstinencia de los alimentos y bebidas no es el verdadero significado del ayuno que Dios proscribió en lo justo. El Santo Profeta (saw) declara: "DIOS NO ACEPTA EL AYUNO DE AQUELLOS QUE NO SE RESISTEN A DECIR MENTIRAS O A HACER FALSAS OBRAS." La verdad básica del ayuno en el Islam proviene de la Vigilancia de Dios sobre el que ayuna, así como la realización de su ayuno por la causa de Dios. A este efecto, el Santo Profeta (pubh) explica: "DIOS PERDONARÁ TODOS LOS PECADOS DE AQUELLOS QUE AYUNAN DURANTE EL RAMADÁN POR LA VERDADERA CREENCIA Y EN LA ANTICIPACIÓN DE LA RECOMPENSA DE DIOS EN EL MÁS ALLÁ." El ayuno también promueve la forma islámica de la vida social. Se insta a los musulmanes a invitar a otros a romper el ayuno con ellos al ponerse el sol, a reunirse para estudiar el Corán, orar y la interacción social. Esto proporciona una mejor oportunidad para la socialización en un ambiente fraternal y espiritual. Hazrat Zaid bin Khalid al-Juhani (R.A.A.) relata que el Santo Profeta (S.A.W.) dijo: "QUIEN QUIERA QUE OFREZCA COMIDA PARA ROMPER EL AYUNO DE OTRA PERSONA, GANA EL MISMO MÉRITO COMO EL QUE ESTÁ OBSERVANDO EL AYUNO SIN DISMINUIR EN CUALQUIER FORMA LA RECOMPENSA DE LA PERSONA QUE AYUNA" (Tirmizi) Una cita de otro Hadith dice: "EL MES DE RAMADAN ES EL MES DE LA RESISTENCIA Y LA RECOMPENSA POR LA RESISTENCIA ES EL PARAÍSO. ES UN MES CUYO COMIENZO ES LA MISERICORDIA, CUYO MEDIO ES EL PERDÓN Y CUYO FIN ES LA LIBERTAD DEL INFIERNO.” El Ramadán está aquí

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