Hoy en día cerca de la ciudad de Mecca, en el monte Arafat, los peregrinos proclaman
año tras año las alabanzas para Aláh, diciendo: 'aquí vengo (a tu servicio) Oh Aláh.
Aquí vengo, aquí vengo, para testificar que no tienes similares, que no tienes
copartícipes; aquí estoy, ciertamente Tuyas son todas las alabanzas y Tuyo es el reino,
testifico que tú no tienes similares ni copartícipes en Tu Poder y Tu Gloria'. El versículo
de Isaías 42 jamás podría ser aplicado a un profeta israelí, ya que Kedar(el segundo
hijo de Ismael) fue un árabe. Ver Génesis 25:13.
9.-
'Alcancen su voz el desierto y sus ciudades, las aldeas que habita Kedar. Dejen a
los habitantes de las rocas cantar desde lo alto de los montes y lanzar gritos'. Desde
el monte