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Capítulo
-32
Y dijo: '¡Oh Señor! Mi madre o mi oración'. Siguió con su oración
y
la madre se
marchó. Cuando llegó el día siguiente fue a verle de nuevo
y
sucedió lo mismo. Y al
tercer día igual. Finalmente dijo la madre, enojada: ' ¡Oh Allah, que no muera Yuraill
hasta que mire a los rostros de las adúlteras o prostitutas!' Y la tribu de Israel habló de
Yuraill
y
sus oraciones. Hubo entonces una mujer prostituta
y
de ejemplar belleza que
dijo: '¿Queréis que le ponga a prueba?' Y se mostró a él, pero sin que éste le prestara
atención alguna, sabiendo el perjuicio que le podía ocasionar. Entonces fue ella a
exhibirse a un pastor que solía ir a la celda del monje
y
cohabitaron juntos. De modo que
quedó embarazada
y
cuando dio a luz, dijo: 'Es de Yuraill.' Después fueron en busca de
él, pidiéndole que bajara de su celda, que derribaron,
y
luego le golpearon.
Y dijo: '¿Qué os pasa, porque me golpeáis?'
Dijeron: 'Has fornicado con esta prostituta
y
ha dado a luz de ti. '
Dijo: '¿Dónde está el niño?'
Así pues, lo trajeron
y
luego dijo: 'Dejadme hasta que pueda rezar.'
Así que rezó
y
suplicó a Allah. Después salió
y
fue hasta el niño
y
pinchándole en
el estómago le preguntó: '¿Quién es tu padre?'
Dijo: 'Fulano, el pastor.'
Y fueron todos a Yuraill
y
empezaron a besarle
y
a pasarle las manos. Después le
dijeron: 'Te construiremos una celda de oro.'
Dijo: 'No, volved a hacerla de barro como estaba.'
Y así la hicieron.
Y el tercero fue que estaba una madre dando de mamar a su niño cuando acertó a
pasar un hombre de buen aspecto montado sobre un hermoso
y
ágil animal. Dijo la
madre: '¡Oh Allah, haz que mi hijo sea como éste!' Y dejando de mamar, el niño le miró
y
dijo: '¡Oh Allah, no me hagas como él!' Después volvió al pecho de su madre
y
siguió
mamando. A continuación pasaron cerca de una esclava a la que golpeaban
y
le decían:
'Has fornicado
y
has robado'. Y ella decía: 'Allah es suficiente para
mí
y
el mejor
protector' . Y dijo la madre mirándola: ' ¡Oh Allah, no hagas que mi hijo sea como ella!'
Y el hijo dejó de mamar
y
la miró diciendo: ' ¡Oh Allah, hazme como ella!' Y en ese
preciso instante empezó a hablar la madre con el niño
y
el niño con ella. Le dijo la
madre: 'Pasó un hombre de buen aspecto
y
dije: '¡Oh Allah, haz que mi hijo sea como
él!' Y tú dijiste: '¡Oh Allah, no hagas que sea como él!' Después pasamos por un lugar
donde golpeaban a una esclava
y
le decían: 'Fornicaste
y
robaste'.
Y dije: '¡Oh Allah, no hagas que mi hijo sea como ella!' Y tú dijiste: '¡Oh Allah,
hazme como ella!'
Después dijo el niño: 'Realmente aquel hombre era un tirano. Y dije: '¡Oh Allah,
no hagas que sea como él!' Y éstos decían a la mujer: 'Has fornicado', pero realmente no
fornicó. 'Has robado', pero tampoco robó. Y dije: ' ¡Oh Allah, haz que sea como ella!'."
(Lo relataron Al Bujari
y
Muslim)